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domingo, 19 de julio de 2015

Control de pobres

El Ayuntamiento de mi pueblo acaba de sacar una Nota Informativa que aún me tiene sorprendido. A modo de Bando, ha colgado en su página web y en las redes sociales la información de que hay un tipo de ayudas sociales que no da. Sí, lo habéis leído bien. Informa de las ayudas sociales que no da. Desconozco por qué hace esto, pero os lo transcribo y comento.




Así de claro, conciso y escueto como lo véis. Yo he visto muchas veces lo contrario. Ayuntamientos y otras entidades públicas (y privadas) que publicitan y difunden las ayudas sociales que promueven. A veces, incluso he criticado el uso propagandístico de esta difusión, pero os confieso que es la primera vez que veo algo así, una nota informando sobre una ayuda que no se da. A lo mejor es algo más habitual y frecuente de lo que a mí me parece, pero como yo es la primera vez que lo veo, la nota informativa en cuestión me ha sugerido unas cuantas preguntas.

Personalmente, me cuesta interpretarla. En primer lugar pensé que tal vez el Ayuntamiento quisiera dejar claras sus prioridades en el gasto social, y que dar ayudas sociales para un tema de ocio como es el uso de las piscinas no entraba dentro de estas prioridades. Si así fuera, me parecería un error. Financiar este tipo de actividades a muchas familias que de otra  manera no pueden permitírselas favorece sin duda la integración social y el bienestar de muchas de ellas. Pero puedo entender que, con unos recursos escasos y con otras necesidades básicas que cubrir, el Ayuntamiento prefiera dedicar sus esfuerzos presupuestarios a estas últimas.

Pero Wang me hizo caer en el error de este razonamiento. Si el Ayuntamiento hubiese pretendido eso, hubiera dado publicidad a las ayudas sociales que SI da. No sólo a las que niega. Este inapelable razonamiento de mi amigo me obligó a plantearme otras hipótesis.

Tal vez, entonces, mi Ayuntamiento esté iniciando una campaña para informar de lo que no hace en materia de política social y económica y a este bando le sigan otros muchos, de este tipo:

"Este Ayuntamiento INFORMA: que NO va a realizar ninguna operación económica ni va a mantener depósitos en entidades bancarias que estén promoviendo desahucios por razones hipotecarias."

O este otro. "Este Ayuntamiento INFORMA: que NO contrata ningún servicio ni suministro con proveedores de los que se conoce que realizan facturas sin IVA."

O este: "Este Ayuntamiento INFORMA: que NO da subvenciones a asociaciones de solidaridad con el pueblo Kurdo."

Pues tampoco debe ser eso, porque a la nota informativa que os comento no le ha seguido ninguna otra y además, Wang vuelve a señalarme que informar de todo lo que un Ayuntamiento NO hace puede ser sin duda una tarea de chinos.

De este modo, el misterio de la nota informativa ha generado en mí una nueva hipótesis. Sé que es un poco peregrina, y seguro que estoy equivocado, pero os la comparto.

¿Es posible, tal vez, que en las piscinas municipales alguna familia se haya comportado incívicamente y algún vecino, molesto por dicho comportamiento, haya preguntado al Ayuntamiento si esa familia estaba subvencionada para su acceso a la piscina? Os aseguro que se trata de una mera elucubración, pues no tengo ninguna información concreta al respecto. Ni Wang ni yo solemos frecuentar la piscina. Somos de talante más bien seco y nos remojamos la barriga sólo en la ducha.

Pero es una hipótesis basada en cosas que, como trabajador social, presencio con cierta frecuencia.
Muchos ciudadanos y muchos políticos exigen que las ayudas sociales consigan el control social de los pobres. Y cuando alguna familia en situación de exclusión social no se comporta de manera adecuada y no se integra según las normas de convivencia comunitarias, se plantea como estrategia (cuando no como castigo) la retirada de las ayudas sociales que pudiera estar percibiendo. Incluso en ocasiones se acusa a los Servicios Sociales (y por extensión a los Ayuntamientos que los sostienen) de haberles concedido de manera inadecuada a esas familias las ayudas o de no haberlas controlado de manera eficiente.

Personalmente creo que un sistema moderno de bienestar social debería tener separados los dos conceptos y las ayudas sociales no pueden ser un instrumento para el control social. El unirlos genera una serie de paradojas y contradicciones que, en última instancia, no hace sino incrementar los problemas de exclusión e integración social y nos hace retroceder como sociedad en materia de derechos sociales. Lamentablemente, no podemos presumir en nuestro país de tener un sistema de bienestar social demasiado moderno.

En todo caso, tal vez sea ésa la presión y la ideología que ha llevado a mi Ayuntamiento a sentirse en la obligación de emitir semejante nota informativa. Me gustaría pensar que no, y ver en el futuro una nota informativa como ésta:

"Este Ayuntamiento INFORMA: que SI da ayudas sociales para favorecer el acceso de todas las personas y familias que lo requieran a las piscinas municipales. Además, está poniendo todos los medios a su alcance para garantizar una adecuada convivencia en dicho recinto y se compromete a aplicar el mismo régimen sancionador a todas las personas, independientemente de las circuntancias económicas o personales que les hayan llevado a acceder al mismo."

Pero como digo, seguro que éste no es el caso y estoy equivocado. En todo caso, me gustaría que dejáseis en los comentarios vuestra opinión al respecto y si habéis tenido experiencias parecidas.

Mientras, y sin que sirva de precedente, Wang y yo nos vamos a la piscina.



6 comentarios:

  1. Pues yo siendo mal pensado me decanto por la segunda hipótesis, la cual me parece totalmente increible, pero totalmente factible... Saludos

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    1. ¿Que el Ayuntamiento comience a informar de todo lo que NO hace? ¡Pues nos van a llenar a Bandos!. Saludos.

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  2. ¡Menudo tema el de hoy! Muy acertado el planteamiento, Pedro. A mí este tema me ha tocado de lleno, en mi ayuntamiento solo hay que sustituir piscina por pabellón de deportes. El cartel es claramente un mensaje hacia la población casposa que se habrá quejado al concejal de turno de que "encima de que el gitanico (o lo que corresponda) va gratis a la piscina no sabe comportarse". En mi ayuntamiento hemos tenido verdaderos líos con esto, hasta tal punto que el ayuntamiento ha llegado a organizar dos escuelas de verano (adivinad con qué criterio...). Dos cuestiones al respecto: si en la piscina el cafre es el hijo del farmacéutico ¿qué haríamos? si no hacemos nada (como sospecho que pasaría) con el niño rico estamos discriminando al niño-pobre-y-sin-embargo-cafre. Si expulsamos a ambos, como debería ser, se demuestra la gran obviedad de que la clase social nada tiene que ver con el cafrerío infantil. Y, por último, no puedo estar más de acuerdo con que las ayudas-subvenciones, etc. no pueden ser un criterio de control social, pongamos otro ejemplo: voy al médico y como le lío una tangana a la celadora porque tardan mucho en atenderme, cuando entro a la consulta me dice el médico: "señora, el ibuprofeno se lo va a recetar Rita la Cantaora". Lamentablemente los profesionales a veces cometemos el mismo error del ayuntamiento, en mi pueblo decimos "como te gusta mucho el arroz con leche, un ladrillo te meto por debajo de la puerta". Un abrazo.

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  3. Gracias, Belén, por compartir tus similares experiencias. ¿Cómo luchar contra tanto prejuicio, tan arraigado entre la población? Pienso que de todas las rémoras que arrastramos en Servicios Sociales, ésta es la más delicada y difícil de superar. Y no sé si nos estamos poniendo con eficacia a ello. Otro abrazo, compañera.

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  4. Yo también creo más posible la tercera opción, la información va dirigida a los "ciudadanos de bien", que son los que contribuyen con sus impuestos para que el Ayuntamiento los gestione con buen criterio y no despilfarre con la población marginal que además, imagínate, en la piscina, vaya lío si van los desarrapados del pueblo, qué asco (que más o menos así, exabrupto arriba o abajo, piensa mucha gente).
    Yo no me he encontrado, hasta ahora, con nada similar, pero trabajamos en el mundo rural, Pedro, la gente comenta e incluso aquí en Servicios Sociales se quejan de las ayudas que supuestamente damos a sus vecinos vagos e incumplidores para que vivan del cuento. Para mí los casos más graves son los alcaldes y alcaldesas (también concejales) que se quejan por ayudar a por ejemplo, extranjeros, de esos tengo muchos casos, una verdadera vergüenza, aunque no se atreven a poner carteles.
    Gracias Pedro!!

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    1. Gracias a tí, Eladio. Esas actitudes nunca son disculpables, pero mucho menos cuando se trata de responsables políticos, que precisamente deberían tener otros criterios. Por eso me ha preocupado especialmente el Bando que comento, porque creo que se hace eco de algo que no debería y, al fin y al cabo, da legitimación a una actitud inadecuada. Un abrazo.

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