El Trabajo Social está despareciendo del Sistema de Servicios Sociales. Esta fue la idea-fuerza que defendí en la comunicación que presenté hace unos días en el III Congreso de Trabajo Social en Aragón.
Tal vez sea una argumentación demasiado contundente, pero con ella señalo la tendencia que vengo observando en la evolución del Trabajo Social en el Sistema en las últimas décadas.
Apoyándome en la paradójica narración de Lewis Carroll en "Alicia en el Pais de las Maravillas" y equiparando el Sistema de Servicios Sociales a ese maravilloso país donde una Trabajadora Social-Alicia intenta sobrevivir, reflexiono sobre las causas, consecuencias y posibles soluciones de esa desaparición, con la esperanza de revertirla y que no se extienda a otros sectores que empiezan a dar síntomas en la misma dirección.
Como de todo ello hablo más extensa y ordenadamente en la comunicación, y algun@s de vosotr@s me habéis pedido que os la haga llegar, os la cuelgo en el siguiente enlace por si queréis leerla completa.
Y, como siempre, estaré encantado y agradecido de recibir vuestras críticas, aportaciones y reflexiones.
Buen día:
ResponderEliminarInteresante comunicación. La frase "... ha dejado fagocitar por las prácticas tecnoburocráticas y paternalistas..." presenta una dura realidad.
Reivindico nuestro trabajo, nuestra profesión, los servicios sociales como un sistema con una cartera de servicios donde, a menudo, desaprovechamos el mejor recurso: nosotros y nosotras.
Hay un debate vivo en torno a la idea de si somos un sistema o nivel de atención a los "sobrantes" de otros sistemas de protección. Urge reivindicar nuestro espacio, defenderlo y desempeñar nuestra profesión en la relación de ayuda, donde las tramitaciones sean un apoyo, además de un derecho.
Enhorabuena por el trabajo.
Gracias por tu comentario, Javier. No sé si el debate que señalas está suficientemente vivo o no en nuestra profesión. En cualquier caso es lo que intento, abrir debates sobre lo que somos, lo que queremos ser y lo que deberíamos ser. Saludos.
EliminarGracias Pedro, el problema de la disolución de Trabajo Social especialmente en el SPSS me ha preocupado en los últimos 20 anos de mi ejercicio profesional de manera creciente, de tal modo que recondujo mi propia actividad y trayectoria profesional hacia el estudio de la Obra de Mary Richmond.
ResponderEliminarEs un problema nuclear, de tal importancia que no creo que podamos avanzar sin la identificación de las causas que lo originan. Otra manifestación del mismo problema es la fragmentación de la intervención social entre lo asistencial, lo educativo, y lo terapéutico. No parece que tal estado de cosas pueda resolverse desde los contextos institucionales o desde la política social o la legislación. Desde mi punto de vista es necesario recobrar lo mas genuino de la profesión, sus bases científicas, los saberes comunes que nos identifica como profesión y nuestra especificidad en el conjunto de las profesiones, dentro de la diversidad de tendencias o modelos teóricos.
Saludos y gracias por favorecer el debate.
Maite Esnaola
Tienes razón, la única salida es profundizar en las bases científicas de nuestra profesión. Como bien apuntas, desde la política social o desde la legislación seguiremos atrapados desarrollando funciones que no nos son propias.
EliminarSaludos.
Hola, Pedro, me ha gustado mucho la comunicación. Coincidimos en el análisis y me ha aportado más elementos de reflexión. Por añadir: hay una parte importante de responsabilidad propia en cuanto a la organización de las agendas de cada uno, por otra parte, observo un problema acerca del papel en cuanto a la reivindicación colectiva: el miedo, siempre el puñetero miedo... En fin, enhorabuena por la reflexión.
ResponderEliminarGracias Belén. En la organización cotidiana, siempre hay margen de maniobra, pero creo que ese no es el problema. Más me preocupa esa falta de reivindicaciones {en lo colectivo y en lo personal, que esa es otra}. ¿Miedo? ¿Hastío? ¿Comodidad? ¿Inseguridad? ¿Falta de formación? Supongo que de todo un poco. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Pedro, soy alumna de 3º así que aún no he vivido esta realidad. Eso no implica que no haya oído hablar de ella, pues lo que más se nos repite a lo largo de la carrera es que no caigamos en ser máquinas expendedoras de servicios, que trabajemos familiar y comunitariamente, etc. Pero yo creo, y no se si me equivoco, que es la manera de funcionar de la sociedad de hoy en día, todo rápido, soluciones rápidas. Me explico, no tenemos tiempo para cuidar nuestra salud (buena alimentación, ejercicio físico, etc..) vamos al médico con un constipado y no te dice "deja de tomar lacteos, grasas trans, come mucha fruti y verdura (sobre todo mientras estás enfermo..)" solo te receta medicamentos para los mocos, el dolor de cabeza, la garganta... y la historia se repite en cualquier servicio, he trabajado en un súper 3 años, te tenías que preocupar de: decir "buenos dias", "adiós hasta pronto" y de ser la más rápida en escanear códigos y embolsar productos porque a final de semana salía el ranking. Sigo, comida rápida para un mundo rápido; en la Uni ya no leemos libros como las generaciones antiguas (gracias a Dios) ahora se lo leen los profesores te lo esquematizan en un power y te dejan la bibliografía por si quieres profundizar. No se... me ha encantado leer tu trabajo, y estoy convencidísima que el cambio depende de nosotros y a su vez se que ese cambio hará efectivas nuestras intervenciones. Pero ¿El sistema quiere eso? ¿Le interesa? ¿Nos lo va a permitir? ¿Todos los usuarios van a querer, o algunos dirán "quiero una ayuda ya"? No es una reflexión para tirarnos atrás y rendirnos, es solo para tener en cuenta que el sistema entero está intoxicado.
ResponderEliminarPor otra parte, quiero compartirte algo que he pensado cuando leía que somos los que recogemos todo lo que los demás no hacen. Creo que va con nuestro taraná. Si vemos que una persona necesita que le ayudes en eso y nadie lo va a hacer, no vamos a decir "eso no me corresponde a mi", o almenos yo no podría. Obvio que no voy a ejercer una profesión que no me toca, pero si en sanidad o educación no gestionan correctamente ciertas áreas que les corresponden y nosotros si podemos, no vamos a dejarlos tirados. Claro que si a nivel de sistema se cambia, ya no nos llegarían esas necesidades.
Por último, creo que si está desapareciendo la profesión, siendo que habéis sido los mismos TS quienes habéis creado el SSSP, es por como he dicho antes, nuestra manera de ser. Es como por ejemplo, (voy a ir de víctima ahora) cuando se te ocurre una idea para un proyecto, lo estas delegando entre tu grupo de trabajo, dejas que todos los miembros escojan la parte que más les gusta hacer y a ti, que eres el pensador original, solo te toca hacer lo que los demás no han elegido. Porque como quieres que se cumpla el objetivo global debes dedicarte a esas cosas, que no son para nada las tareas que habías pensado hacer en el principio.
Bueno, gracias por incitar al pensamiento, me gusta tu blog.
Gracias a ti, Carla, por comentar en mi blog y compartir tus reflexiones. Con respecto a lo que dices, no se trata de "dejar tirado a nadie". Se trata de comprender que muchas de las cosas que estamos haciendo no tanto en Trabajo Social, sí más especificamente en Servicios Sociales, corresponden a otras áreas de la política social. Mientras las acometamos nosotros del modo residual en que lo hacemos, no sólo no solucionamos los problemas, sino que nos convertimos en parte del sistema que lo mantiene. Saludos y enhorabuena por tu postura crítica y reflexiva como estudiante.
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