martes, 30 de diciembre de 2014

Recapitulando

Acaba 2014. Un apasionante 2015 nos queda por delante. Veremos si todos estamos a la altura y somos capaces de construir una sociedad un poco más justa que la que hemos vivido este año.



Por mi parte, intentaré contribuir a ello manteniendo el espíritu de denuncia y reflexión con el que nació este blog. Tras dos años y medio de travesía, el blog ha superado las 50.000 visitas y creo que se ha hecho un pequeño hueco entre algunos de vosotros y vosotras. 

No se si son muchas o pocas, no me preocupa demasiado. Lo que me resulta gratificante es comprobar que las reflexiones que tanto Wang como yo dejamos en el blog interesan a compañeros y amigos, fomentan nuevas ideas, reflexiones, debates... Por nuestra parte agradecemos cada comentario en el blog, en facebook o en twitter. También las críticas y por supuesto, todos los "me gusta" y cada vez que se comparte en alguna de las redes sociales. Todo ello nos anima a continuar reflexionando y escribiendo.

En este tiempo hemos escrito ya 146 entradas. En la actualidad, cada entrada es vista por una media de 300 personas y el blog recibe unas 2.000 visitas cada mes. Para este pequeño y humilde proyecto, es toda una responsabilidad.

Y como Wang no puede parar quieto ni un momento, ha decidido celebrar estos datos y el haber superado las 50.000 visitas creando una página de facebook para el blog, con la idea de tener otro lugar más para interactuar entre todos. 

Os dejo el enlace a la página.


Para seguirla, sólo tenéis que acceder a ella e indicar que os gusta. Allí nos encontraréis a Wang y a mí compartiendo nuestras tribulaciones con vosotros.

Entre tanto, recibid un fuerte abrazo y nuestros mejores deseos para el año que comienza.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Navidad en un poblado chino

Como no podía ser de otra manera, aprovecho esta historia que me ha contado Wang para felicitar la Navidad a todos los amigos y lectores de este blog


Es una historia real, que al parecer acaba de suceder en China. Sabemos que es real porque Wang conoce el sitio donde ha sucedido y a algunos de sus protagonistas. 

El hecho es que un acaudalado millonario chino ha arrasado el poblado de chozas de madera donde nació y pasó su infancia, para construir en su lugar una urbanización de lujo a los habitantes de dicho poblado.

 Podéis consultar aquí la noticia.

Ya sabéis que no soy muy amigo de este tipo de gestos, en los que un benefactor millonario dedica una gran cantidad de dinero para alguna problemática social. En España tenemos por ejemplo el muchimillonario Amancio Ortega, con sus controvertidas donaciones a Cáritas.

Pragmáticamente, estas donaciones alivian y solucionan sin duda algunas situaciones de sufrimiento, pero más allá de su utilidad coyuntural, fomentan un modelo de supuesta solidaridad y de ayuda que me recuerdan a la filantropía del siglo XIX y nos proponen la beneficencia privada y la graciabilidad como el camino para reparar las injusticias y la desigualdad. Por mi parte, prefiero modelos basados en la redistribución de rentas a través de los impuestos y la definición de unos derechos sociales garantizados para todos mediante el Estado.

Pero hoy no es el día de reflexionar sobre esto, ni en estas fechas me apetece daros la tabarra con el tema. Simplemente quiero compartir con vosotros algunos aspectos de la noticia de este millonario chino y su poblado.

Porque esta noticia me parece que tiene algunos matices diferentes a otras iniciativas filantrópicas que de cuando en cuando aparecen.

 Xiong Shuihua, que así se llama el millonario, dice que podía permitirse este regalo “porque había ganado tanto dinero que no sabría qué hacer con él, y no quería olvidar mis raíces”. “Yo siempre pago mis deudas, y quería asegurarme de que a las personas que me ayudaron a mi y a mi familia cuando era más joven, les fuera devuelto el favor".

Me parece que el gesto y las manifestaciones de este rico chino traslucen una genuina preocupación por sus congéneres, así como un profundo respeto por sus raíces familiares. Por mi parte me lo imagino de niño viviendo con su familia en ese poblado, pobre pero feliz; con muchas carencias, pero protegido por su familia y por sus vecinos, con la seguridad que proporcionan esas redes de ayuda mútua que tejen los seres humanos en entornos difíciles. Y volviendo años más tarde a ese poblado, agradecido y decidido a cambiar para siempre las condiciones de vida del mismo.

A mí me ha parecido una buena historia. Que habla de ayuda mútua, de raíces, de protección, de gratitud, de compartir... Valores que os deseo que nuncan falten en vuestras vidas y con los que aprovechamos Wang y yo para desearos una Feliz Navidad.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Aclarando conceptos bélicos...

A veces utilizo metáforas bélicas en este blog. Que si estamos en guerra, que si estamos invadidos, que si las trincheras de la acción social, que si son tiempos de resistencia... Ya he dicho en otras ocasiones que no me entusiasman estas metáforas, pero las utilizo porque me parece que describen con exactitud algunas dinámicas en las que estamos envueltos los profesionales de la acción social. A pesar de ello, por lo que he hablado con algunos colegas, es conveniente hacer algunas precisiones.


Si alguna vez se me ha interpretado que la guerra a la que me refiero es entre el ejército de profesionales del sistema y las hordas de usuarios que nos invaden, me he explicado bastante mal. Nada más lejos de mi intención. Sé perfectamente cual es mi bando, nuestro bando. Y considero que es un bando compartido con nuestros usuarios, con la gente que lo está pasando mal.

¿Contra quién? 

Pues básicamente contra todos los que militan, más o menos conscientemente, en esa ideología neoliberal que defiende la desaparición del estado de bienestar social y la ausencia de protección social para los desfavorecidos.

Pero no sólo contra éstos. 

También contra todos aquellos que, investidos de una aparente defensa de los derechos sociales, tan sólo buscan su protagonismo y el colocarse medallas al estilo de "el más solidario" o "el más comprometido".

También contra todos aquellos cuya actuación responde más a sus necesidades emocionales de sentirse bien que a una necesidad objetiva del supuesto objeto de esa actuación.

Por supuesto contra todos aquellos que utilizan el sufrimiento humano para hacer política. Para promocionarse, para publicitarse o para medrar.

Contra los que tienen agendas ocultas, y persiguen intereses que nunca confiesan. Contra los que manipulan.

Del mismo modo contra aquellos incapaces de generar sinergias, que se sienten en posesión de la verdad y sólo persiguen el grito y la violencia como única alternativa.

Contra los más puros, los perfectos que todo lo hacen bien, que no saben nadar en aguas revueltas, embarradas, para conseguir los objetivos.

Contra los que son incapaces de utilizar las posiciones "down", y siempre pretenden imponer sus posturas.

Contra los que utilizan a los usuarios y su sufrimiento para sus intereses particulares, cosificándolos para atacar a otros. 

Contra los que utilizan la dialéctica y no la dialógica.

Contra los que consideran que en la acción social todo vale, que cualquiera está preparado, que basta tener un poco de sensibilidad ante el sufrimiento ajeno para opinar, para proponer o para dirigir.

Iluminados, advenedizos, paracaidistas....

Todos ellos sobran. Si no son el enemigo, son unos traidores que están impidiendo la lucha contra él. Hay que extirparlos. Y es difícil, muy dificil.

Esta es mi guerra. Contra todos ellos.

Y aunque sea obvio el decirlo, nunca contra ningún usuario. En ningún caso. Aunque esté seducido, manipulado o utilizado por alguno de los anteriores. 

Espero haber sido claro.


jueves, 11 de diciembre de 2014

Observando, que es gerundio...

Acabo de volver del XI Observatorio de Servicios Sociales y Política Social que el Colegio Profesional de Trabajo Social de Aragón ha organizado. Una actividad que dicho colegio desarrolla todos los años para analizar y pulsar la situación de los servicios sociales en nuestra comunidad autónoma.


Este año el colegio me ha invitado a exponer, junto a otros profesionales de diversos ámbitos, nuestra mirada sobre la difícil realidad que afrontamos hoy en nuestro sistema. Primero nos hemos introducido en el tema con una conferencia marco bajo el título de "Servicios Sociales en la encrucijada: lectura de la realidad actual" y que ha desarrollado de manera muy acertada Germán Jaraiz, un profesor de la Universidad Pablo de Olavide, en Sevilla. 

Tras ella hemos desarrollado en una mesa redonda, como digo compuesta por varios profesionales, diferentes miradas sobre la situación de los servicios sociales en Aragón y sobre las diferentes alternativas a dicha situación. 

Y para terminar, un trabajo en grupos entre todos los asistentes donde se ha intentado debatir sobre los temas propuestos y llegar a la difícil tarea de concretar algunas propuestas.

El contenido me ha parecido muy interesante y el debate muy enriquecedor. Pero más allá de los contenidos, por mi parte creo que cada vez son más necesarios encuentros de este tipo. Lugares donde podamos salir del hacer y dedicarnos al pensar. Reflexionar, debatir, dialogar, intercambiar experiencias, compartir intuiciones, ideas... me parece cada vez más una tarea ineludible. Hoy, cuando la realidad nos demanda sobre todo actuar, tenemos que compatibilizarlo más que nunca con la reflexión y la teorización.

A mi juicio, la principal conclusión del Observatorio, y donde creo que hemos coincidido mayoritariamente, ha sido en la necesidad de redefinirnos. Reformular nuestros viejos paradigmas, que tal vez ya no sean útiles, y construir a partir de ellos (sin negarlos) un nuevo modelo de servicios sociales y del trabajo social dentro de los mismos. Es necesario generar un nuevo discurso que podamos contraponer a los discursos neoliberales y deshumanizadores actuales, al tiempo que constituya nuestra propuesta para la sociedad que queremos.

Tengo la sensación de que, poco a poco, va cristalizando ese nuevo modelo, ese nuevo discurso. Vamos teniendo algunas certezas, muchas dudas y no pocas discrepancias... Por eso planteo que es más urgente que nunca que nos pongamos a dialogar y reflexionar. Construir ese nuevo discurso que nos permita generar un nuevo modelo de servicios sociales, reitero lo de nuevo, pero desarrollado a partir de los modelos anteriores a los que ya no es posible ni conveniente volver.

En fin, como digo, el Observatorio ha sido una oportunidad para todo ello, para salir de la dificil tarea que tenemos en lo cotidiano y respirar el aire fresco que supone compartir y reflexionar entre profesionales. 

Las conclusiones más concretas supongo que las colgarán en la página web del Colegio . Por mi parte, por si alguien le interesa, cuelgo aquí el vídeo con las diapositivas de mi aportación al debate.


sábado, 6 de diciembre de 2014

Más trincheras

Ultimamente no puedo escribir demasiado en este blog, pues varios proyectos me tienen ocupado en otros menesteres. En uno de ellos, Wang y yo hemos podido compartir unas jornadas con profesionales y técnicos del Area de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Logroño. Toda una experiencia de la que quiero compartir con vosotros algunos retazos.



Como digo, hemos tenido la oportunidad de conocer a un montón de profesionales que trabajan en este Área, y reflexionar con ellos sobre nuestro quehacer diario en esto del trabajo social, los servicios sociales y la intervención psicosocial. Bueno, la verdad es que Wang no ha participado demasiado pues ha preferido dedicarse a hacer un poco de turismo, que la zona bien lo merece.

La verdad es que la experiencia no ha podido ser más satisfactoria. He presenciado cómo estos profesionales enfrentan su quehacer diario, las problemáticas a las que se enfrentan, sus dudas y sus certezas. Pero por encima de todo, he quedado gratamente impresionado por su compromiso y su motivación.

Son tiempos duros para la intervención social. El Sistema de Servicios Sociales, especialmente la atención primaria, se encuentra fuertemente amenazado por varias circunstancias. Hacer frente a toda la problemática social que se ha generado como consecuencia del modo en que la ideología neoliberal actúa en estos tiempos de crisis no es sencillo. Los problemas se multiplican, los instrumentos con los que contamos son cada vez más escasos y los profesionales andamos cada vez más confusos y cansados.

Uno de mis temores es que los profesionales nos agotemos y caigamos derrotados. Nada más lejos de cómo estos profesionales se sitúan ante el trabajo. Cansados y confusos, como todos, pero llenos de proyectos, de ganas de mejorar su intervención, comprometidos sobre todo con los últimos destinatarios de su acción: las personas y familias que lo están pasando mal, por una razón u otra, en estos tiempos extraños.

Hemos reflexionado sobre algunos de los barros en que nos estamos envolviendo en estas trincheras de la acción social que ocupamos y hemos compartido algunas alternativas a los principales dilemas y amenazas que nos acechan. De algunas de ellas hemos hablado en este blog en varias ocasiones y de otras, tal vez más adelante encontremos el tiempo y las ganas de desarrollar y compartir con vosotros lo que hemos reflexionado.

Hoy no toca. Tan sólo quiero en esta breve entrada reconocer el trabajo de todos estos profesionales. Trabajadoras sociales, psicólogas, educadores, directivos... resistiendo el temporal, reinventándose y redefiniendo su intervención. Y darles las gracias por comprometerse y embarrarse en esas trincheras de Logroño.

¡Bien por vosotr@s!