viernes, 12 de febrero de 2021

Vacunas y desconfirmación

 "La falta de respeto, aunque menos agresiva que un insulto directo, puede adoptar una forma igualmente hiriente. Con la falta de respeto no se insulta a otra persona, pero tampoco se le concede reconocimiento; simplemente no se la ve como un ser humano integral cuya presencia importa."

Richard Sennet "El respeto, sobre la dignidad del hombre en un mundo de desigualdad"


El 26 de marzo de 2020, a través de la Orden SND/295/2020 del Ministerio de Sanidad, los Servicios Sociales, todos sus centros y trabajadores, independientemente de su titularidad fuimos declarados como Servicios Esenciales.

No podía ser de otra manera. Ante una pandemia como la que nos ocupa las cuestiones y medidas sanitarias son centrales. Pero las cuestiones y repercusiones sociales no son menos importantes para la población.

Así que en el Sistema de Servicios Sociales nos pusimos a reorganizar los servicios para atender esas repercusiones sociales que la crisis empezaba a generar. Con la confusión, el miedo y la incertidumbre de aquellos momentos, muchas veces sin los medios necesarios, nos pusimos a trabajar.

Atendimos a personas vulnerables que se estaban quedando sin los soportes familiares y comunitarios que les atendían. Tuvimos que organizar redes de detección y atención comunitarias de estas personas vulnerables. Realizamos diversas intervenciones de soporte emocional para una población que estaba siendo muy afectada por la soledad, la incertidumbre, el duelo, el miedo. Reorganizamos todos los recursos publicos y sociales para atender población que veía comprometidos sus medios de subsistencia ante la situación económica generada por la crisis. Intervenimos en conflictos familiares, en situaciones de violencia que el confinamiento incrementó.

Desarrollamos, en suma, toda una intervención de ayuda a una población que veía amenazada su salud, pero también su bienestar social. Intervención que hemos ido adaptando a la evolución de la pandemia. Con más o menos atención presencial, pero intentando estar siempre accesibles y cercanos a la población. En la mayoría de los Centros no se ha dejado de ver a las personas que lo necesitaban, no se han dejado de hacer visitas cuando la situación lo requería.

Ha sido una labor mucho más discreta que la de los servicios sanitarios, que naturalmente han tenido el protagonismo durante este tiempo, pero no ha sido una labor menos importante.

Aunque sí mucho menos reconocida.

Paul Watzlawick, en su libro "Pragmática de la Comunicación Humana" describe el fenómeno de desconfirmación como aquel en que no se tiene en cuenta al otro, se actúa como si no existiera, como si no importase, negándosele incluso identidad alguna.

Como he expuesto en varias ocasiones en este blog, es algo que viene haciéndose sistemáticamente con el Sistema de Servicios Sociales, como demuestra la exclusión del personal de servicios sociales (sí, el mismo que hace un año se definió como esencial) de la nueva estrategia de vacunación que el Ministerio de Sanidad acaba de publicar.

Es una desconfirmación en toda regla para todo un sector que, como digo, desarrolla una función imprescindible y en contacto cercano con la población, en muchos casos con población muy vulnerable. Siempre estamos cuando se nos necesita. Se nos utiliza para sacar adelante problemas que de otra manera no se podría atender. Pero luego no se nos considera. Como si no existiéramos.

Es un insulto, una falta de respeto que roza la ignominia.

Algo a lo que, lamentablemente, ya nos hemos acostumbrado. 

Pero aunque lo hayamos hecho, hemos de ser conscientes de los efectos de esta desconfirmación.

Como bien dice Ronald Laing, psiquiatra del cual Watzlawick toma el concepto:

"el resultado final de esto se alcanza cuando, independientemente de cómo (una persona) actúe o se sienta, independientemente de qué significado se le de a su situación, sus sentimientos no son tenidos en cuenta, sus actos son desconectados de sus motivos, intenciones y consecuencias, la situación es despojada del significado que tiene para ella, de modo que queda totalmente confundida y alienada."

Y aún confundidos y alienados seguiremos desarrollando nuestra labor. No sé por cuánto tiempo más, pero seguiremos.


7 comentarios:

  1. No puedo estar más de acuerdo. Has definido perfecto como me he sentido hoy

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  2. Así nos sentimos. Gracias por ponerlo en palabras

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  3. Totalmente de acuerdo pero creo que los colegios profesionales y el consejo general deberían protestar y pedir la vacunacion

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  4. Watlzawic... cuánto recurro a él y a su teoría de la comunicación para explicar a compañeras y personas usuarias lo que nos pasa en la relación con las demás personas. Pero está meta interpretación en los sistemas me parece SUBLiME. Y, es que llevo desde que me reincorporé a SSSS de atención primaria como se dice aquí .... soportando los embites de un Derecho vacío de otro sistema que nos desconfirma una y otra vez al no tenernos en cuenta, y no nos da la posibilidad de relacionarnos con él. La gente está enfadada y angustiada, La contención de la angustia va en el cargo, por supuesto Pero la imposibilidad de las personas a entender y la imposibilidad de ayudar a entender cartas, peticiones de organismos a los que ni siquiera nosotras podemos acceder.... me está agotando y provocando que haga mi trabajo con calidad y calidez. Entender esta situación desde donde lo planteas Pedro, no resuelve nada, pero me da algo de aire.... graciassssss

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  5. De acuerdo con el artículo. Las auxiliares de ayuda a domicilio realizan funciones análogas a las auxiliares de las residencias pero no las han considerado prioritarias. Se atiendem semanalmente no menos de 400.000 personas pero han sido postergadas.

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    1. Relegar a las auxiliares (que debiéran haberse vacunado las primeras, junto a las residencias) no es sólo un desprecio a los servicios sociales, sino un imperdonable error de salud pública.

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Gracias por comentar.