Es verano. Y no sé por qué extraña razón, pero en estas tardes de calor que a mí sólo me dan ganas de dormitar, Wang se pone a reflexionar sobre política. Y en concreto sobre la política y el esfuerzo. ¡Son raros, estos chinos!
Como os lo cuento. A Wang el calor le da ganas de hablar y discutir sobre política, así que ayer por la tarde no pude escaquearme más y tuve que aguantar sus últimas reflexiones. Y como considero que en el fondo me parecieron interesantes, os las comparto.
Me decía mi extraño colega lo preocupado que le habían dejado las últimas sentencias del Tribunal Supremo en las que rebajaban las penas a diversos políticos y sobre todo, los argumentos que utilizaba este tribunal para no considerar delito el cobro de dietas de Caja Navarra por parte de la Presidenta Foral de Navarra cuando era alcaldesa de Pamplona. Enlace.
A Wang estos argumentos le parecían ciertamente difíciles de admitir y me reconocía que le tenían entre cabreado, deprimido y estupefacto. Me decía que la lógica jurídica cada vez está más alejada de la lógica del mundo de los mortales, y eso es un verdadero problema.
Porque este Tribunal Supremo viene a defender que no es delito que la Presidenta citada cobrara dietas por asistir a reuniones dobles y triples de órganos de la Caja (órganos que no
tenían función ejecutiva) cuando era alcaldesa de Pamplona. El argumento es que no lo hacía como alcaldesa, sino como miembro de la Junta de la entidad.
Remata el tribunal diciendo que la dieta se corresponde con la ocupación y que "no es factible en una causa penal indagar sobre
la justificación de la dieta y el esfuerzo realizado". (sic)
- "En román paladino: -intentaba Wang, que lo entendiera- La alcaldesa, como tal, no puede cobrar dietas por su cargo. Pero si tiene otros cargos, por ejemplo en las Cajas de Ahorros, sí puede cobrar dietas por ellos. Independientemente de que esos cargos no sirvan para nada y la susodicha no realice ninguna función en ellos ni le supongan esfuerzo alguno".
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Y para más infamia, estos mismos políticos que realizan estas prácticas son los que nos hablan de volver a la "cultura del esfuerzo".
Para esfuerzo, el mío. El que tengo que hacer para contener a Wang e impedir que vuelva a salirle el asesino Tai-Ping que fue en su juventud y se lance con el cuchillo entre los dientes a una nueva insurrección. (*)
(*) No es broma. En el reciente Congreso Español de Sociología se advertía del posible incremento de la violencia ante la actual situación de crisis y de descreimiento en los políticos y en la democracia representativa. Enlace.
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