Ultimamente no puedo escribir demasiado en este blog, pues varios proyectos me tienen ocupado en otros menesteres. En uno de ellos, Wang y yo hemos podido compartir unas jornadas con profesionales y técnicos del Area de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Logroño. Toda una experiencia de la que quiero compartir con vosotros algunos retazos.
Como digo, hemos tenido la oportunidad de conocer a un montón de profesionales que trabajan en este Área, y reflexionar con ellos sobre nuestro quehacer diario en esto del trabajo social, los servicios sociales y la intervención psicosocial. Bueno, la verdad es que Wang no ha participado demasiado pues ha preferido dedicarse a hacer un poco de turismo, que la zona bien lo merece.
La verdad es que la experiencia no ha podido ser más satisfactoria. He presenciado cómo estos profesionales enfrentan su quehacer diario, las problemáticas a las que se enfrentan, sus dudas y sus certezas. Pero por encima de todo, he quedado gratamente impresionado por su compromiso y su motivación.
Son tiempos duros para la intervención social. El Sistema de Servicios Sociales, especialmente la atención primaria, se encuentra fuertemente amenazado por varias circunstancias. Hacer frente a toda la problemática social que se ha generado como consecuencia del modo en que la ideología neoliberal actúa en estos tiempos de crisis no es sencillo. Los problemas se multiplican, los instrumentos con los que contamos son cada vez más escasos y los profesionales andamos cada vez más confusos y cansados.
Uno de mis temores es que los profesionales nos agotemos y caigamos derrotados. Nada más lejos de cómo estos profesionales se sitúan ante el trabajo. Cansados y confusos, como todos, pero llenos de proyectos, de ganas de mejorar su intervención, comprometidos sobre todo con los últimos destinatarios de su acción: las personas y familias que lo están pasando mal, por una razón u otra, en estos tiempos extraños.
Hemos reflexionado sobre algunos de los barros en que nos estamos envolviendo en estas trincheras de la acción social que ocupamos y hemos compartido algunas alternativas a los principales dilemas y amenazas que nos acechan. De algunas de ellas hemos hablado en este blog en varias ocasiones y de otras, tal vez más adelante encontremos el tiempo y las ganas de desarrollar y compartir con vosotros lo que hemos reflexionado.
Hoy no toca. Tan sólo quiero en esta breve entrada reconocer el trabajo de todos estos profesionales. Trabajadoras sociales, psicólogas, educadores, directivos... resistiendo el temporal, reinventándose y redefiniendo su intervención. Y darles las gracias por comprometerse y embarrarse en esas trincheras de Logroño.
¡Bien por vosotr@s!
Desde las trincheras, gracias de corazón Pedro por el curso, por tu esfuerzo y por este subidón profesional y personal. Seguiremos embarrados y comprometidos. Tenemos la obligación de resistir.
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