sábado, 22 de septiembre de 2012

De Borbones y tópicos.

     Este verano que ahora termina he tenido la "oportunidad" de pasar unos cuantos días de hospitales, acompañando a un par de familiares. He podido presenciar en primera persona las virtudes y defectos de nuestro sistema sanitario (el público y el concertado), así como el deterioro que los recortes están produciendo. Pero no me voy a referir a nada de todo esto, porque en esta experiencia hay cosas que he presenciado y que me han preocupado más si cabe.
    Durante las largas horas de espera en los hospitales he podido entablar algunas conversaciones con distintas personas sobre diferentes temas, desde los más intrascendentes a los más actuales y comprometidos. E invariablemente cuando se comenzaba a hablar de estos últimos, había tres que destacaban sobre el resto. Se trata de la monarquía, los recortes y deficiencias en la Sanidad y los inmigrantes.

     En el primero, prácticamente unanimidad. A pie de calle y a pesar de lo que digan las estadísticas, la institución de los Borbones no parece estar atravesando sus mejores momentos en cuanto a la valoración popular. El comportamiento del Rey y de su numerosa Corte han conseguido granjearse la enemistad de la ciudadanía y ahora se les percibe como una especie de parásitos que se pegan la gran vida a costa de los sufridos (más bien sufrientes) contribuyentes.
     Pero si el merecido descrédito de la Corona es importante, es mera anécdota respecto a los dos siguientes.

     En el de los inmigrantes, pues la verdad es que he vuelto asustado. Ha calado muy hondo en la sociedad la idea de que los inmigrantes tienen la culpa de gran parte del "excesivo" gasto social en educación o en sanidad, principalmente. Los tópicos más tópicos sobre el tema están muy vivos y casi todos están de acuerdo: hay muchos inmigrantes y es insostenible mantenerlos a todos, pues viven de las ayudas y están aquí para beneficiarse y abusar de nuestros servicios públicos. Me ha sorprendido cómo la gente, sin datos y sin reflexión, sostiene con contundencia estas afirmaciones.

     El tercero de los temas más frecuentes en mis debates hospitalarios ha sido, no podía ser de otra manera, la situación de la Sanidad. La gente se queja de los tiempos de espera, de la masificación en urgencias, del trato y ejercicio de algunos profesionales o de las deficiencias de las instalaciones, pero en general valora muy positivamente la atención que el Sistema Sanitario nos procura, que es percibido como eficaz y profesional. La percepción general es que los recortes lo están haciendo cada vez más incomodo y hay una preocupación bastante extendida sobre que cada vez haya menos y peores prestaciones sanitarias.
   Lo que he percibido es que hay cierta comprensión respecto a estos recortes. Se ven como inevitables y se entiende que nuestro sistema sanitario, tal y como lo hemos tenido, universal y gratuito, era un lujo que ahora no nos podemos permitir.

   Se que mis amables y coyunturales contertulios no son una muestra representativa de ningún sentir popular, así que me abstendré de generalizar ninguna conclusión. Pero a nivel de sensaciones, he sacado la impresión de que estas actitudes son más frecuentes de lo que esperaba.

    Naturalmente, me he abstenido también de discutir la mayoría de estas afirmaciones. Ya me ha pasado alguna vez, y cuando hablas de déficit público, de porcentajes del PIB o de distribución de rentas la gente te mira como una vaca a un tren. Así que dado que en estos entornos hospitalarios lo primero es la convivencia, me he limitado en estos debates a lo que podríamos llamar "observación no participante", suponiendo que algo así, como sabemos, pueda existir.
     Pero como es lo que he vivido, os lo cuento.

     ¡Ah!, se me olvidaba. Hay un cuarto tema en el que hay bastante consenso: este Gobierno no lo está haciendo bien.
     - ¡Algo es algo!, dijo Wang cuando se lo conté.

1 comentario:

  1. Bueno, la cuestión siempre es buscar un culpable, un causante... Y si es de fuera, mejor (yo no, que yo lo hago bien, no fastidies...).
    Es parte de nuestro adn, y cambiarlo es complicado, pero ése es el objetivo de la sensibilización al fin y al cabo...
    Como siempre, muy acertado, gracias!

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