Hace unas semanas que no escribo. Por una parte, diversos asuntos han requerido de mi atención y no me ha quedado demasiado tiempo para reflexionar sobre los temas que toco en este blog. Por otra, en estos tiempos tan convulsos, atravieso una fase en la que me falta claridad en el diagnóstico.
Claridad no tanto en la situación ni en las causas del deterioro del sistema, sino sobre las estrategias a implementar para superarlo. Con respecto a las primeras, el mes pasado ya certifiqué la muerte del Sistema de Servicios Sociales y la desaparición del Trabajo Social dentro de él, así que tengo poco más que añadir.
En cuanto a lo que hay que hacer para revertir la situación y "resucitar" el Sistema (si vale el simil), estoy bastante confundido. Tengo la sensación de que la política social está dando respuestas a los grandes problemas sociales mediante estrategias y soluciones totalmente erradas e ineficaces, pero que en el Sistema de Servicios Sociales estamos dando por buenas.
Son soluciones como la que utilizó el Barón de Münchhausen en esa célebre aventura en la que se sacó a sí mismo y a su caballo de la ciénaga en la que habían caído, tirando de su propia coleta. Capacidad extraordinaria, sin duda, la del Barón. Pero yo no tengo tan claro que en Servicios Sociales podamos hacer lo mismo.
Porque de momento, tirar de nuestra coleta es lo único que se nos ocurre. Y cuando hablamos de innovación o de soluciones alternativas, nos dedicamos a intentar hacer más fuerte nuestro brazo o las piernas con las que sujetamos al caballo.
Creo que cruzar la ciénaga en la que los Servicios Sociales han caído va a requerir de algo más que una sólida cabellera, un brazo y piernas musculosas o los mensajes de ánimo con los que podamos alentarnos...
Buen día compañero:
ResponderEliminarUna entrada de aflicción. Cierto es que tenemos todos lo que algunos votaron en un contesto neoliberal cada vez más salvaje y donde la "ley de vagos y maleantes" vuelve a cobrar sentido junto al planteamiento samaritano de ayudar al necesitado. Incapaces de ayudarse a sí mismos que viene a ser la metáfora del barón de Münchhausen.
Tenemos delante una gran pelea, reivindicar nuestro objeto y la tecnificación de nuestra profesión. Cierto es que la muerte nos anda rondando (a nuestro sistema), pero también es cierto que las leyendas hablan de resucitados y con poderes extraordinarios como el ave fenix que renacía de sus cenizas.
Chico me ha salido esta vena animadora.
Trato cada día de reivindicar el sentido de nuestro trabajo a partir del contacto sincero, orientado a la persona y su contexto. Podemos constatar que a nuestro alrededor las vidas mejoran, aunque se empeñen en señalar los casos cronificados para justificar la inceficacia del sistema. Es como si en salud se fijarán en los fallecimientos, ¿no os parece?
Feliz día compañeros y compañeras
Estoy de acuerdo, compañero, pero insisto... Tendremos que pensar otras cosas además de "tirar de nuestra coleta" una y otra vez. Gracias por comentar.
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