martes, 30 de julio de 2019

¿Cómo lo llamamos?

Hace poco más de un año proponía referirme al Sistema Público de Servicios Sociales como "El innombrable". En esta entrada con ese nombre daba las razones para ello al tiempo que denunciaba una estrategia de invisibilización del sistema que no tenía otro objeto que su sustitución por prácticas asistenciales y prestacionistas.


Pues bien, he de reconocer que estaba equivocado. Ese tipo de prácticas benéfico-asistenciales están tan arraigadas, extendidas e implantadas en el Sistema que lo han colonizado casi por completo, por lo que no hacen falta más estrategias para el desarrollo de las mismas.

El problema en realidad es cómo denominar a los departamentos encargados de gestionar unos servicios sociales que han renunciado a un objeto propio intentando intervenir con lo que el resto de sistemas no quieren abordar, mediante unas prácticas dirigidas fundamentalmente a paliar las situaciones sin que los verdaderos problemas de la gente se solucionen, al tiempo que se asumen las funciones de control social y de liberar de responsabilidades a ese resto de sistemas y actores.

Claro, volver a denominaciones antiguas como "Beneficencia" o "Asistencia Social", (que reflejan mucho mejor lo que hacemos en el Sistema) es algo que no nos podemos permitir. Hablar de pobreza nos resulta tan incómodo que le tenemos que poner apellidos (infantil, energética...) para poder hacerlo. 

Así que lo mejor es ponerles a esos departamentos (Ministerios, Consejerías, Concejalías o Delegaciones...) nombres rimbombantes donde no se nombre a los Servicios Sociales (identificados con esas prácticas que describo) y referirnos a unos génericos, por ejemplo "Bienestar Social", o "Derechos Sociales", cuya inconcreción nos permite desarrollar cualquier tipo de política, por rancia, anticuada o ineficaz que resulte.

Aquí tenéis por ejemplo un mapa, elaborado por el compañero Rafael Arredondo, recogiendo todas las recientes denominaciones del Sistema en las distintas Comunidades Autónomas. No deja de sorprender la ausencia de la denominación de "Servicios Sociales" cuando todas las Leyes Autonómicas de Servicios Sociales sí que se denominan de esta manera.

Arredondo Quijada, R. "El Trabajo Social, de la austeridad a la invisibilidad", en Revista de Servicios Sociales y Política Social nº 113, Consejo General del Trabajo Social. Pg. 114. (Enlace)







 La deriva en el sentido de ocultar la denominación es imparable. Así, recientemente, las compañeras del Colegio Oficial de Trabajo Social de Asturias han sacado un comunicado (enlace)  oponiéndose al cambio de denominación reciente en su Consejería, que pasa a denominarse "de Derechos Sociales y Bienestar".

La confusión terminológica es tal que, naturalmente, impide que podamos hablar de Sistema de Servicios Sociales.

Y como primicia, os dejo un pequeño diálogo de cómo se generan estas denominaciones. Uno piensa que estas denominaciones surgen tras sesudos debates entre políticos asesorados por una pléyade de técnicos que argumentan los diferentes matices que las mismas tienen de manera que reflejen lo mejor posible la realidad social concreta y el aparato político-administrativo que se diseña para gestionarla.

Os sorprenderá que os diga que no, pero la cosa viene a ser más o menos así. Imaginad una reunión en cualquiera de los Ayuntamientos recién constituidos. El Alcalde, con los concejales de su equipo de gobierno, discuten sobre la próximas delegaciones: (con las adaptaciones oportunas, diaólogos parecidos se dan en las Comunidades Autónomas y entre Presidente y Consejeros)

Un concejal cualquiera, llamémosle Mariano, a punto de terminar la reunión:
  • Alcalde, que nos hemos olvidao de los Servicios Sociales.
  • ¿Pero qué dices, Mariano? ¿No te acuerdas que hemos dicho que tú te ibas a ocupar de los asuntos de la Tercera Edad y la Susana de la Asociación de las Amas de Casa?
Otro concejal, Jaime "el enterao":
  •  Eso son políticas sectoriales, creo que Mariano se refiere a lo de las asistentas, las que dan las ayudas y tramitan la dependencia...
  • (Mariano) Justo a eso me refiero.
  • (Alcalde). Pues cógelo tu también. Apunta, para Mariano el Cementerio, las Basuras, Mayores y Servicios Sociales. 
  • (Mariano) Pues yo creo que esas cosas de los asuntos sociales se les dan mejor a las mujeres. ¿Por qué no lo coges tú, Susana?
  •  (Jaime). Sí, es verdad. Yo creo que lo puede llevar Susana y de paso, aprovechamos para cambiar el nombre a su delegación. Es que Servicios Sociales está ya muy visto y suena un poco anticuao. Como lleva también la Asociación esa podemos llamarla "Participación ciudadana y derechos sociales".
  • (Susana) Lo que digáis. El nombre mola.
  • (Mariano). Pero aunque yo no lleve los Servicios Sociales, cobraré lo mismo ¿no?
  • (Alcalde). Que sí Mariano, no seas pesao con las perras....

15 comentarios:

  1. Buenísimo, Pedro. Esta tarde hemos estado hablando de todo esto Berta Lago y yo. Es penoso que no hagamos nada las profesionales, quiero decir, que no nos indignemos y nos unamos para contestar algo a esta invisibilidad tan bien orquestada.

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    1. Gracias Teresa. Es una deriva que lleva ya muchos años produciéndose y con la que muchos profesionales (a mi juicio confundidos) han colaborado. Con respecto a lo de que sea una estrategia bien orquestada, yo creo cada vez más (lo he intentado reflejar en mi entrada) este tipo de cuestiones son fruto de las chapuzas e incompetencias que de estrategias elaboradas. Aunque bien pensado, tal vez sea lo mismo... en ocasiones la maldad y la ignorancia están demasiado cerca la una de la otra. Un abrazo.

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  2. Me ha encantado, Pedro. Mi mancomunidad gestiona basuras y servicios sociales... Y después de poco tiempo entendí que no era casualidad.
    Me alegra este debate y la iniciativa del cots de Asturias. Seguiremos con la copla ahora que empiezan nuevos cargos.

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    1. Es verdad, Pau. Ojalá todos los Colegios Profesionales tuvieran la claridad e iniciativa del de Asturias en estos momentos.
      En cuanto a lo que dices, es muy habitual y da que pensar que los servicios sociales tengan la misma consideración que las basuras. Saludos.

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  3. Bravo Pedro, con esta entrada te has superado!!!! Efectivamente esta tarde Teresa y yo lo hemos estado comentando y estoy de acuerdo en que no podemos permanecer impasibles...

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    1. Gracias Berta. Son momentos para reivindicar los Servicios Sociales, no sólo en su denominación, sino en lo que deberían ser sus contenidos. Un abrazo.

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  4. Estos días estamos iniciando un debate sobre el futuro de nuestro Servicio Social. Inicialmente se plantean dos cuestiones centrales:
    1.¿Continuamos como acción fundamental con la gestión de prestaciones? ESto va ligado al control, poco efectivo y más bien esporádico, dos veces al año. Su ventaja es que permite justificar la carga de trabajo y la eficacia profesional (cuantitativa: nº de prestaciones tramitadas, concedidas, etc).
    2. Garantizar el acceso a derechos como parte de un proceso de intervención social, en aquellos casos que la requieran (hay otros que simplemente quieren el acceso al derecho sin otras dificultades que precisen atención y quienes rechazan la intervención).
    En este segundo caso, tiene sentido que nuestro Departamento (en Navarra) se denomine Derechos Sociales. Sin embargo, he de coincidir contigo en que seguimos reivindicándonos como sistema, pero funcionamos como un nivel de atención. Con una fuerte carga mater/paternalista, como salvadores/as, más preocupados/as por el control que por la solución de problemas y la superación de dificultades.
    Excelente entrada y tb me inclino por llamar a las cosas por su nombre, aunque tendríamos que ponerle apellidos, me refiero a aclarar el objeto.

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    1. Gracias por comentar, compañero. Con respecto a la primera cuestión, si la acción fundamental es la gestión de prestaciones, sería mejor hacerlo a través de, por ejemplo, la Seguridad Social, mucho mejor preparada a todos los niveles para gestionar ese tipo de prestaciones.
      Con respecto a lo segundo, discrepo. No tiene sentido llamar de Derechos Sociales a un departamento que gestiona Servicios Sociales. Los derechos sociales son algo más amplio (vivienda, salud, educación, cuidados, subsistencia digna, los propios servicios sociales...). Hacerlo así queda más molón, pero sólo consigue confundir (a veces interesedamente, muchas veces de modo inadvertido) e invisibilizar un Sistema que algunos (cada vez menos) reivindicamos. Saludos.

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  5. Me encanta!! Tal cual, la dura realidad. Aunque luego se llenan la boca de los logros conseguidos, según ellos, pero sobre todo se llenan los bolsillos. En fin.....

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    1. Gracias Teresa. Son las contradicciones de la política. A ver cuando se resuelven, al menos en estos temas. Saludos.

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  6. A Teresa G y a ti Pedro:
    No las van a resolver otros, tenemos que liderar ese cambio nosotras

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    1. La política, que es el instrumento para gestionar los asuntos públicos, esto es, lo que es de todos/as, debería ser la más noble de las tareas. El problema es que demasiadas veces se utiliza para gestionar asuntos privados y particulares, en contra del bien común. Ahí está la verdadera contradicción y las dificultades para el cambio.

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  7. Porque otros van a seguir haciendo chapuzas, como la de las basuras de Cantabria, que ¡manda narices!

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  8. Lamentablemente, esa chapuza no es una anécdota. Está bastante extendida... Los servicios sociales no se han tomado nunca en serio, por muchas razones.

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  9. Ojo matojo!! Qué claro y qué real!! Si esto pasa por autonomías si hacemos un registro por concejalías no tenemos días para contarlo.
    Es cierto todo lo que dices, hasta cómo se eligen los nombres y cargos. Siempre he dicho que me encantan las denominaciones de: salud, educación, defensa... no cambian vengan quienes vengan... Si no tenemos un nombre común tan poco nos identificamos. Y si siempre debatimos por el objeto tan poco... nos queda camino por andar amigo, y no todos los caminos llevan a Roma ni son tan populares como el de Santiago!!
    Gracias por seguir escribiendo. Almudena

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