Hace mucho que no comentaba ninguna noticia o comentario de algunos de nuestros políticos, pero hay estupideces que uno no puede dejar pasar…
El otro día leía algo así como que
la incompetencia en grado suficiente es indistinguible de la mala voluntad. Me
pareció una frase muy acertada, sobre la que estaba reflexionando cuando me
encontré con las declaraciones de nuestro anterior presidente del gobierno de
España, un tal Aznar, no sé si recordaréis…
Hablaba de las pensiones y venía
a decir que para hacer el sistema de pensiones sostenible hay que retrasar la
edad de jubilación a los 70 años.
En el fondo, tiene razón, me
decía Wang. Retrasar la edad de jubilación a los 70 años hará el sistema más
sostenible, y si la retrasan hasta los 100 años obtendrán seguramente un buen superávit,
argumentaba mi amigo.
Y mientras nos dedicábamos a
imaginar a qué se podría dedicar ese posible superávit (Wang abogaba por doblar
los salarios de nuestros políticos, mientras yo me inclinaba más por
subvencionar a bancos y grandes empresas), no podía dejar de pensar en la
profunda estulticia que manifiestan unas declaraciones semejantes.
No sé apenas de economía, pero en
un país con un porcentaje de paro tan alto como el nuestro y donde casi la
mitad de nuestros jóvenes no encuentran trabajo, retrasar la edad de jubilación
no parece una gran medida.
A no ser que se defienda, como hace
toda esta secta de neoliberales que nos gobierna, que el problema de las
pensiones es sólo demográfico. Los bajos salarios y cotizaciones, el fraude
fiscal y empresarial, la escasa productividad de muchas de nuestras empresas,
la falta de una política industrial y productiva que no se base más que en la
especulación y en el cortoplacismo… deben ser a juicio de toda esta gente meras
anécdotas apenas tangenciales al problema. Para ellos, lo único importante es
que hay muchos viejos jubilados.
Y para reducirlos, no hay nada
mejor que una combinación adecuada de recortes en la edad de jubilación y en
los sistemas de protección social (con especial ahínco en el deterioro de la
sanidad y en la dependencia).
Que son justo las medidas que (como
digo desde la incompetencia y desde la mala voluntad) llevan tiempo aplicando.
No vaya a ser que, al final,
lleguemos a vivir hasta edades por encima de nuestras posibilidades.
Lo de las edades ya lo dijo Cristine Lagarde. Suscribo.
ResponderEliminarSí, y aquel ministro japonés que pedía a los ancianos que se diesen prisa en morir...
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