"Sueñan las pulgas con comprarse un perro". Así comienza el crudo poema de Galeano, "Los nadies", que bien podríamos recitar, con honda resignación, para el Sistema de Servicios Sociales.
Y es que los primeros pasos de la política en la era "post-Mariano" no son muy esperanzadores para el Sistema, la verdad.
En la confección del nuevo Gobierno de la Nación, el Presidente ha nombrado once ministras y seis ministros y nombra a una licenciada en medicina como ministra de "Sanidad, Consumo y Bienestar Social", que podemos presumir asumirá todo lo relacionado con el Sistema de Servicios Sociales.
Lo que es una clara buena noticia desde el feminismo, no deja de ser desesperanzador para los Servicios Sociales. Relegados a la tercera posición, diluidos e innombrados, dudo que desde ese Ministerio vayan a proponerse soluciones para los grandes males que nos aquejan como Sistema.
No obstante, del mismo modo que las mujeres también pueden desarrollar políticas machistas, es posible que los Servicios Sociales gocen del apoyo y desarrollo que necesitan dentro de ese Ministerio. Aunque creo improbables ambas cosas, esperaremos.
Más bien anticipo una política en Servicios Sociales con un claro sesgo hacia lo prestacionista y lo asistencial, con la pobreza como principal referente del sistema y sin propuestas coherentes para los grandes problemas estructurales y de identidad que arrastramos.
En próximas entradas, lamentablemente, tendremos que seguir hablando de esos problemas. Mientras, os dejo con el poema completo de Galeano.
LOS NADIES
Sueñan las pulgas con comprarse un perro
y sueñan los nadies con salir de pobres,
que algún mágico día
llueva de pronto la buena suerte,
que llueva a cántaros la buena suerte;
pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy,
ni mañana, ni nunca,
ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte,
por mucho que los nadies la llamen
y aunque les pique la mano izquierda,
o se levanten con el pie derecho,
o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie,
los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados,
corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos,
rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones,
sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos,
sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal,
sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies,
que cuestan menos
que la bala que los mata.
y sueñan los nadies con salir de pobres,
que algún mágico día
llueva de pronto la buena suerte,
que llueva a cántaros la buena suerte;
pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy,
ni mañana, ni nunca,
ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte,
por mucho que los nadies la llamen
y aunque les pique la mano izquierda,
o se levanten con el pie derecho,
o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie,
los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados,
corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos,
rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones,
sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos,
sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal,
sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies,
que cuestan menos
que la bala que los mata.
Imprescindible, Galeano. A seguir dando la brasa, no nos queda otra, aunque sea por poder mirarnos al espejo. Un abrazo.
ResponderEliminarLa poesía siempre es un refugio y más en estos tiempos difíciles. Otro abrazo de vuelta.
EliminarCertero Pedro. Premonitorio de lo que dices , fue la creación del órgano que lucha la pobreza infantil. Un gobierno que se instala en la emergencia corre el riesgo de olvidar los derechos.
ResponderEliminarCreo poco en ese tipo de "planes contra..." o "comisión para...". Generalmente son órganos de maquillaje y alharacas sin sentido, trampantojos que pretenden crear la ilusión de que algo se está haciendo. Y tienes razón. No se pueden garantizar derechos sin crear estructuras estables y definidas que los sostengan. Saludos.
EliminarPedro. Me gusta más ésta. Creo que hay que dar una oportunidad a ese nuevo equipo. Peor no nos puede ir y solo el placer de decirle adiós a Mariano se la merece.
ResponderEliminarElla está en el horizonte.
Yo me acerco dos pasos y ella se aleja dos pasos.
Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá.
Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré.
¿Para que sirve la utopía? Para eso sirve, para caminar.
Gracias Ana. Si me lees habitualmente sabrás que albergo pocas esperanzas de que algo mejore. El deterioro se ha cronificado más de lo que pensábamos. Saludos.
EliminarExcelente !
ResponderEliminarAsi es Pedro: los servicios sociales son los nadies de las políticas sociales.
ResponderEliminarEn la puerta de entrada a mi casa tengo pegado en tamaño grande, para leerlo cada vez que entro y salgo, la frase del maestro Galeano afirmando que mucha gente pequeña en lugares pequeños haciendo cosas pequeñas puede cambiar el mundo.
¿seremos suficientes las personas vinculadas al sistema de servicios sociales y serán suficientes nuestras acciones para cambiar la situación? Yo creo que seguimos siendo muy pocas. Un porcentaje muy pequeño...
Pero hay que resistir e intentar transformar. Aunque más no sea que por no morir de vergüenza como dice Belén.
Gracias, Mª José. Hace mucho que aprendí que cuando hay tormenta, es mejor no sacar los barcos a la mar. Seguiremos intentando resistir y construir el sistema pero sabiendo que los vientos no nos son favorables.
EliminarUn abrazo.