martes, 21 de julio de 2015

Buenas noticias

Hoy nos hemos levantado en Aragón con una buena noticia. Nuestro amigo y compañero Joaquín Santos acaba de ser nombrado Director del Instituto Aragonés de Servicios Sociales. Y un blog como éste, que se dedica principalmente a comentar lo que sucede en materia de Servicios Sociales, no podía hacer otra cosa que dedicarle una entrada a esta noticia.


Porque siempre es una buena noticia que un Trabajador o Trabajadora Social ocupe un cargo de relevancia en cualquier nivel del Sistema de Servicios Sociales. Si algo hemos sufrido en este Sistema es la cantidad de advenedizos y de paracaidistas que, sin la más mínima formación en materia de asuntos sociales, se han dedicado a gestionar áreas muy sensibles del mismo. 

En ese sentido, ¡cómo está cambiando el cuento!. Cada vez más profesionales del Trabajo Social acceden a esos puestos de responsabilidad y estoy convencido de que, poco a poco, veremos los efectos beneficiosos de esta nueva situación.

Y en el caso de Joaquín, no puedo estar más seguro. Primero, porque ya ha desarrollado tareas de dirección y gestión con gran eficacia y segundo porque se trata de un profesional cuyo compromiso con el Trabajo Social y los Servicios Sociales están fuera de toda duda.

Todos los niveles del Sistema, comenzando por los usuarios y terminando por los profesionales, podemos estar de enhorabuena. Mucho más allá de los límites que la política o los presupuestos puedan poner a su labor, el Sistema de Servicios Sociales va a ir a mejor.

Personalmente le doy las gracias por haber aceptado semejante cargo, que como muy bien Wang suele recordar en estos casos, estará lleno de oportunidades y no exento de algunos peligros.

Y desde nuestro pequeño rincón, le ofrecemos toda nuestra ayuda.

P.D.
Quienes no conozcáis la situación en Aragón, tal vez no podáis valorar del todo el motivo de nuestra alegría. Pero es que en los últimos años hemos asistido a un auténtico desmontaje y abandono del Sistema de Servicios Sociales a todos los niveles. Y una de las principales pruebas de que el Gobierno anterior era eso lo que pretendía fue la elección de la anterior Directora del Instituto a la que ahora Joaquín sustituye.

Para que véais en qué manos (y en qué cabecicas...) hemos estado, os dejo con dos perlas. Dos comparecencias de la anterior Directora donde muestra bien a las claras los criterios y la dirección de su gestión. Si os mueve la curiosidad, podéis pulsar en los siguientes enlaces.

"Somos engañados por la apariencia de la verdad", con el tema de la política de Menores o "Todos no podemos tener de todo", sobre la Ley de Dependencia.

Y después de verlos, los que conozcáis a Joaquín, decidme si las cosas van a mejorar o no.

domingo, 19 de julio de 2015

Control de pobres

El Ayuntamiento de mi pueblo acaba de sacar una Nota Informativa que aún me tiene sorprendido. A modo de Bando, ha colgado en su página web y en las redes sociales la información de que hay un tipo de ayudas sociales que no da. Sí, lo habéis leído bien. Informa de las ayudas sociales que no da. Desconozco por qué hace esto, pero os lo transcribo y comento.




Así de claro, conciso y escueto como lo véis. Yo he visto muchas veces lo contrario. Ayuntamientos y otras entidades públicas (y privadas) que publicitan y difunden las ayudas sociales que promueven. A veces, incluso he criticado el uso propagandístico de esta difusión, pero os confieso que es la primera vez que veo algo así, una nota informando sobre una ayuda que no se da. A lo mejor es algo más habitual y frecuente de lo que a mí me parece, pero como yo es la primera vez que lo veo, la nota informativa en cuestión me ha sugerido unas cuantas preguntas.

Personalmente, me cuesta interpretarla. En primer lugar pensé que tal vez el Ayuntamiento quisiera dejar claras sus prioridades en el gasto social, y que dar ayudas sociales para un tema de ocio como es el uso de las piscinas no entraba dentro de estas prioridades. Si así fuera, me parecería un error. Financiar este tipo de actividades a muchas familias que de otra  manera no pueden permitírselas favorece sin duda la integración social y el bienestar de muchas de ellas. Pero puedo entender que, con unos recursos escasos y con otras necesidades básicas que cubrir, el Ayuntamiento prefiera dedicar sus esfuerzos presupuestarios a estas últimas.

Pero Wang me hizo caer en el error de este razonamiento. Si el Ayuntamiento hubiese pretendido eso, hubiera dado publicidad a las ayudas sociales que SI da. No sólo a las que niega. Este inapelable razonamiento de mi amigo me obligó a plantearme otras hipótesis.

Tal vez, entonces, mi Ayuntamiento esté iniciando una campaña para informar de lo que no hace en materia de política social y económica y a este bando le sigan otros muchos, de este tipo:

"Este Ayuntamiento INFORMA: que NO va a realizar ninguna operación económica ni va a mantener depósitos en entidades bancarias que estén promoviendo desahucios por razones hipotecarias."

O este otro. "Este Ayuntamiento INFORMA: que NO contrata ningún servicio ni suministro con proveedores de los que se conoce que realizan facturas sin IVA."

O este: "Este Ayuntamiento INFORMA: que NO da subvenciones a asociaciones de solidaridad con el pueblo Kurdo."

Pues tampoco debe ser eso, porque a la nota informativa que os comento no le ha seguido ninguna otra y además, Wang vuelve a señalarme que informar de todo lo que un Ayuntamiento NO hace puede ser sin duda una tarea de chinos.

De este modo, el misterio de la nota informativa ha generado en mí una nueva hipótesis. Sé que es un poco peregrina, y seguro que estoy equivocado, pero os la comparto.

¿Es posible, tal vez, que en las piscinas municipales alguna familia se haya comportado incívicamente y algún vecino, molesto por dicho comportamiento, haya preguntado al Ayuntamiento si esa familia estaba subvencionada para su acceso a la piscina? Os aseguro que se trata de una mera elucubración, pues no tengo ninguna información concreta al respecto. Ni Wang ni yo solemos frecuentar la piscina. Somos de talante más bien seco y nos remojamos la barriga sólo en la ducha.

Pero es una hipótesis basada en cosas que, como trabajador social, presencio con cierta frecuencia.
Muchos ciudadanos y muchos políticos exigen que las ayudas sociales consigan el control social de los pobres. Y cuando alguna familia en situación de exclusión social no se comporta de manera adecuada y no se integra según las normas de convivencia comunitarias, se plantea como estrategia (cuando no como castigo) la retirada de las ayudas sociales que pudiera estar percibiendo. Incluso en ocasiones se acusa a los Servicios Sociales (y por extensión a los Ayuntamientos que los sostienen) de haberles concedido de manera inadecuada a esas familias las ayudas o de no haberlas controlado de manera eficiente.

Personalmente creo que un sistema moderno de bienestar social debería tener separados los dos conceptos y las ayudas sociales no pueden ser un instrumento para el control social. El unirlos genera una serie de paradojas y contradicciones que, en última instancia, no hace sino incrementar los problemas de exclusión e integración social y nos hace retroceder como sociedad en materia de derechos sociales. Lamentablemente, no podemos presumir en nuestro país de tener un sistema de bienestar social demasiado moderno.

En todo caso, tal vez sea ésa la presión y la ideología que ha llevado a mi Ayuntamiento a sentirse en la obligación de emitir semejante nota informativa. Me gustaría pensar que no, y ver en el futuro una nota informativa como ésta:

"Este Ayuntamiento INFORMA: que SI da ayudas sociales para favorecer el acceso de todas las personas y familias que lo requieran a las piscinas municipales. Además, está poniendo todos los medios a su alcance para garantizar una adecuada convivencia en dicho recinto y se compromete a aplicar el mismo régimen sancionador a todas las personas, independientemente de las circuntancias económicas o personales que les hayan llevado a acceder al mismo."

Pero como digo, seguro que éste no es el caso y estoy equivocado. En todo caso, me gustaría que dejáseis en los comentarios vuestra opinión al respecto y si habéis tenido experiencias parecidas.

Mientras, y sin que sirva de precedente, Wang y yo nos vamos a la piscina.



domingo, 12 de julio de 2015

Fragmentación al cubo

De nuevo el compañero Nacho da en la diana y toca en su blog un tema crucial en el mundo de los Servicios Sociales: la fragmentación de los recursos de atención. Me parece tan importante reflexionar sobre este asunto que he decidido complementar sus reflexiones con algunas de mi cosecha que tenía elaboradas para subrayar la necesidad de que le pongamos solución.



En primer lugar os pido que leáis con atención la entrada de Nacho. En ella describe el posible recorrido de una familia y un menor de la misma que son atendidos de manera fragmentada por hasta 6 equipos de atención. Desgraciadamente, no es un caso excepcional. Son frecuentes que en este tipo de problemáticas aparezcan varios equipos y profesionales atendiendo cada uno su parcela, con una coordinación más que deficiente (por imposible, en muchas ocasiones) y configurando una atención absolutamente ineficaz para solucionar el problema al tiempo que ineficiente en la aplicación de los recursos.

Y eso en recursos internos o próximos al Sistema de Servicios Sociales. Si añadimos que, de manera casi segura, estos menores y familias van a estar atendidos también por otros Sistemas de Protección, como son el Sanitario y el Educativo, la fragmentación pasa del "cuadrado" al "cubo". 

Por ejemplo, con mucha frecuencia, los problemas de conducta de estos menores se van a atribuir a algún tipo de trastorno psíquico, y van a ser atendidos por equipos y profesionales de Salud Mental. Con mucha probabilidad también encontraremos problemas de adicción, y ellos y sus familias serán "intervenidos" por algún recurso "especializado" para ello. 

Añadamos a todo ello las problemáticas individuales de otros miembros de la familia, la procedencia distinta (en cuanto a realidad e intereses, no lo obviemos) de los variados recursos (públicos, privados, mixtos...),  su frecuente inestabilidad... y tendremos el verdadero panorama en la que las familias son atendidas. Estamos hablando de fragmentación "a la enésima potencia".

Nacho, con buen criterio, aporta que tal vez el profesional de referencia pueda ser la solución a la descoordinación inherente a esta compleja ecuación. En teoría sí. En la práctica, soy de la opinión de que la figura del profesional de referencia no es todavía lo suficientemente potente en nuestro sistema como para que de verdad pueda cumplir esa función. Las "grandes orquestas" necesitan de directores competentes y, sobre todo, respetados y prestigiados. De otra manera desafinan.
"Cada loco con su tema..."

Esta fragmentación de los recursos de atención no sucede sólo en la atención a menores y sus familias. Es algo crónico de nuestro Sistema de Servicios Sociales, que se extiende a todas las problemáticas que se atienden, desde la violencia contra la mujer, por ejemplo, hasta la atención a la dependencia.

En vez de consolidar estructuras e integrar en la atención primaria los profesionales, equipos, y programas que permitan abordar de manera integral las problemáticas, nos hemos dedicado a crear estructuras paralelas, "chiringuitos" y "paracaidistas" que en la mayoría de los casos no han añadido sino confusión y una atención fragmentada. Una de mis principales luchas ha sido siempre contra esta fragmentación, y que en la atención primaria se consoliden este tipo de intervenciones integrales. Estoy convencido de que ahí reside una de las claves principales para un adecuado desarrollo de nuestro sistema.

Pero me he encontrado siempre resistencias a esta potenciación de la estructura. El planificador prefiere en muchas ocasiones recursos coyunturales, de los que pueda prescindir en función de sus disponibilidades presupuestarias. El político tiene muchas más posibilidades de hacerse fotos y colgarse medallas creando estos "chiringuitos" que apoyando y consolidando las estructuras existentes. Los técnicos estamos con frecuencia enzarzados en peleas corporativas y competenciales que dificultan el diseño de intervenciones integrales. Y los ciudadanos... bastante tienen con sufrir las consecuencias.

De algunas de estas consecuencias, como son la pérdida del proceso familiar y su dilución en los servicios de atención, con unos claros efectos desestructurantes para estas familias, habla con claridad Jorge Colapinto. Os pongo el enlace a su web, que contiene varios artículos al respecto y que os recomiendo.

Y como hace mucho que no os pongo ningún vídeo, ahí va el de una canción de Serrat  "Cada loco con su tema" cuyo título bien pudiera ser también el de esta entrada.


lunes, 6 de julio de 2015

Solidaridad bien entendida

Sobre la bajeza moral y la estulticia del actual Gobierno de nuestra nación hay pocas dudas. La vileza con la que han aplicado su política de recortes en el Estado de Bienestar deja bien a las claras su ideología. Pero uno espera que el Presidente de su país no sea tan mentecato como para evidenciarlo de una manera tan burda explicando su concepto de solidaridad.



"Una cosa es ser solidario, y otra es serlo a cambio de nada". Pocas veces una frase explica tantas cosas y muestra de forma tan transparente los valores de su autor. Sería hasta cómico, si no fuera por lo trágico que resulta pensar que quien pronuncia esta frase ha dirigido (y todavía dirige) la política de este país los últimos años.

Sin duda, ha tenido que ser una especie de "acto fallido" en el que el inconsciente de nuestro Presidente ha traicionado su voluntad y  ha expuesto  sin pretenderlo su oculto y oscuro concepto sobre la solidaridad.

Esta gente mide todo en términos de mercado, de beneficio. Cualquier acto solidario, cualquier política social se considera una inversión que, al final, tiene que dejar un resultado neto a corto plazo. De otro modo no se la considera "sostenible" y se la hace desaparecer. Las privatizaciones y los llamados "co-pagos" son la piedra filosofal para ello.

De este modo se comprende la situación del Sistema Público de Servicios Sociales, agonizando tras estos cuatro años de gobierno con estas claves ideológicas.

Porque lo diremos hasta la saciedad. Es perfectamente sostenible en términos económicos y  en una sociedad como la española, un Estado de Bienestar fuerte y consolidado, que desarrolle políticas sociales que solucionen los problemas más graves de los sectores más desfavorecidos de nuestra sociedad. Si no se ha hecho es por esta ideología que tan a las claras expresa nuestro Presidente.

Ideología que les hace tener un concepto de solidaridad mercantil, y sustituir los derechos sociales por unos actos caritativos con los que, en el fondo, no invierten en otra cosa que en lavar sus sucias conciencias.

Recuerdo ya hace unos cuantos años, cuando en una de mis múltiples reuniones con políticos para reclamar fondos para políticas sociales, uno de ellos me espetó: "la caridad bien entendida empieza por uno mismo".

Yo por entonces creí que ese espécimen político se iría agotando y desapareciendo, como hicieron en su momento los dinosaurios.

Algo hemos debido de hacer mal cuando ahora esos dinosaurios nos gobiernan.

P.D. Wang está contento estos días. Primero porque los griegos se han atrevido a decir "no" a los poderosos. Como decía nuestro ilustre paisano Baltasar Gracian: "El no y el si son breves de decir, pero piden mucho pensar". Espero que lo hayan pensado bien.

Segundo, porque tiene la sensación de que los nuevos gobiernos municipales y autonómicos están abriendo las puertas para que a los servicios sociales llegue gente comprometida, con ganas de desarrollarlos para que cumplan su verdadera función. Al menos en Aragón, Luisa, Nacho, Mariví... y otros más. Y como éstos sin duda sí que lo han pensado bien, sólo nos queda desearles la suerte que sin duda su trabajo va a merecer. Porque de solidaridad entienden mucho más que nuestro ínclito Presidente.




miércoles, 1 de julio de 2015

Interregno

Desde las pasadas elecciones municipales y autonómicas, incluso desde comienzos de este año, estamos viviendo en España una especie de interregno. Es decir, ese término con el que en la Edad Media se denominaba al periodo desde que se producía la abdicación o fallecimiento de un rey hasta que comenzaba a gobernar su sustituto.


Al menos, esa es mi sensación. El gobierno ultraliberal de las huestes del PP está dando las últimas bocanadas, conscientes de que su lider, el reyezuelo Rajoy, murió hace tiempo engullido por la corrupción y por la miseria y podredumbre que sus políticas económicas y sociales han extendido entre la población.

Y mientras adviene el cambio de gobierno que se adivina que se producirá en las próximas elecciones generales, las elecciones locales y autonómicas nos han traído un montón de nuevos gobiernos que pretenden, en el mejor de los casos, desarrollar políticas que reduzcan la envenenada herencia que el PP deja: la masiva extensión de la pobreza, (practicamente un 25% de la población, 12 millones de pobres, que se dice pronto) un incremento inusitado de la desigualdad social (muchos cada vez más empobrecidos y unos cuantos cada vez más enriquecidos) y la casi absoluta desaparición de los sistemas públicos de protección social (abandonados a la responsabilidad individual y al mercantilismo más atroz).

Falacias burdas y carentes de toda lógica ni análisis se han convertido en una especie de dogmas de fe en estos años, y gran parte de la población los han admitido sin más reflexión. Por ejemplo, que el Sistema Público de Pensiones es insostenible (hasta Wang se está planteando dejar de cenar e invertir lo que se ahorre en un plan de pensiones privado) o que la culpa de la crisis económica la tienen las políticas de Bienestar Social.

No tengo ninguna duda de que las medidas que los gobiernos que están comenzando ahora su andadura fracasarán en su empeño. Lo que pueden hacer los gobiernos locales y autonómicos es tremendamente limitado sin unos cambios legislativos, estructurales e institucionales que solo pueden darse a nivel nacional.

Así, vamos a asistir a la aparición de múltiples medidas bientencionadas que, en el mejor de los casos, sólo van a aliviar algunos problemas de la población, al tiempo que se les mantiene dentro del mismo nivel de sufrimiento y pobreza en el que se encuentran. A cambio de este alivio, que no solución, obtendremos más dispersión, confusión y desigualdades territoriales. Tal vez sea un peaje temporal que haya que pagar.

Al menos hasta que, como digo, las elecciones generales conformen un nuevo panorama nacional que haga posible los profundos cambios legislativos (incluso constitucionales) que configuren un nuevo sistema y unas nuevas políticas económicas y sociales de carácter universal. Si nos hemos jugado mucho en las elecciones que acabamos de tener, las elecciones generales que se avecinan son absolutamente cruciales. O el nuevo gobierno acomete esas profundas reformas o perderemos el último tren para tener un auténtico Estado de Bienestar cuya prioridad sea la protección de los débiles.

No en vano, los interregnos son tiempos de incertidumbre y confusión...