miércoles, 1 de enero de 2014

Aborto local

Comenzamos el año comentando las referencias a los Servicios Sociales que al parecer, se encuentran en el Anteproyecto de Ley sobre el Aborto que el ínclito Gallardón acaba de parir (nunca mejor el símil). Y con el poco caso que estos talibanes suelen hacernos, es evidente para qué se nos quiere utilizar esta vez.



Sobre el contenido de esta polémica Ley se está escribiendo mucho estos días. Recomiendo por ejemplo este artículo de Javier Gallego ¿Por qué la nueva Ley del Aborto es inaceptable? que resume gran parte del pensar y del sentir de muchas personas ante este nuevo Proyecto de Ley.


A mi, como no podía ser de otra manera, me han llamado la atención especialmente las referencias que parece ser que contiene sobre los Servicios Sociales. Si nos atenemos a las noticias sobre el contenido de esta Ley, la embarazada, dentro de la carrera de obstáculos que tendrá que sortear si pretende abortar, debera pedir cita a los trabajadores de los Servicios Sociales de su localidad para que le informen personalmente sobre ayudas públicas a la maternidad, alternativas al aborto (adopción, acogimiento...) y los riesgos de la propia intervención. Tras ello deberá reflexionar siete días (en búsqueda del propósito de enmienda, supongo) antes de proseguir en su decisión.

Si no fueran tan dramáticas muchas de estas situaciones en las que no se desea el embarazo (lo sé porque me ha tocado vivir unas cuantas), nos íbamos a partir de risa con lo surrealista de los diálogos que pueden producirse si al final tal medida se contempla en la Ley cuando se apruebe.

¿Qué esperan? ¿Que les informemos de que la realidad es que las ayudas públicas a la maternidad son prácticamente inexistentes? Seguro que no. Querrán que les mintamos.

Que no les digamos que las prestaciones sociales con las que podríamos ayudarla están más que recortadas, que van a tardar meses en concedérselas, y en el caso de que lo hagan, que son tan miserables que a duras penas le va a llegar para subsistir a ella y su hijo. Que además pueden denegárselas por innumerables cuestiones, por ejemplo que le falte un papel, tal vez el certificado de penales del padre de la criatura.

O tal vez espera el legislador (bonita palabra con la que puede perpetrarse cualquier felonía) que nos callemos el futuro que le espera. Que si no tiene recursos ni familia que le apoye tendrá que vivir de la caridad, de los bancos de alimentos y de la beneficencia.

Y sobre la opción de entregar en acogimiento o adopción... Nos darán un manual para que les digamos que es una opción perfecta para ella y su bebé, ya lo veo venir. Donde pintarán de rosa (bueno, de azul si es niño) la familia que va a acoger al bebé y que el proceso y los profesionales que la van a realizar la protegerán de cualquier malestar o problema psicológico que pueda sufrir antes, durante y despues del mismo.

Tal vez quieran que la disuadamos de su malvado y criminal deseo hablándole de las bondades y maravillas de las casas de acogida regentadas por la asociación pro-vida o congregación religiosa de turno, donde encontrará amor y comprensión ante su difícil situación y donde podrá vivir y ver crecer a su hijo sano y feliz mientras ella realiza un increible curso de inserción laboral con el que solucionará todas sus penurias futuras.

Pues conmigo que no cuenten. Que pongan todas sus mentiras en un folleto y que los buzoneen.

Porque yo no pienso mentir. No voy a tratar a las mujeres en esta situación como una especie de tontas inútiles para decidir, incapaces de saber  qué  quieren por el mero  hecho  de no desear su embarazo.
mutuaspalabras.blogspot.com

Por mi parte me parece una ley que sólo va a añadir más sufrimiento a una situaciones de por sí bastante complicadas. Pero este Gobierno ya nos ha demostrado que el sufrimiento de los ciudadanos le importa bastante poco. Sólo así podemos entender que vayan a aprobar esta ley y sólo así podemos entender que su principal mentor, el ministro Gallardón, venga a decir en una entrevista que defiende la bondad de su ley por encima de que sus resultados sean el incremento o no del número de abortos.

Es ideología. Sucia y rastrera ideología donde las ideas están por encima de las personas y a la que no le importa lo más mínimo causar sufrimiento.

Nunca pensé que lo iba a decir, pero por una vez no me alegro que en una Ley aparezcan los Servicios Sociales. Ya me empiezo a cansar de la imagen y de las funciones que estos gobernantes y el partido político que les ampara tienen de los Servicios Sociales y del Trabajo Social. Sólo les interesa la función de control social que podemos realizar. Por lo demás, el ninguneo y el desprecio es absoluto.

Aunque bien pensado... tampoco  vamos a tener mucho problema. Para cuando nos empiecen a llegar mujeres en esta situación a los Servicios Sociales Locales, éstos ya habrán desaparecido. La Reforma Local los habrá abortado.

¡Y eso que dicen que están contra el aborto!...

6 comentarios:

  1. No tengo narices de leer el anteproyecto de ley porque me pongo de mala follá (como decimos aquí). Efectivamente hay que llamar a todxs lxs profesionales de Servicios Sociales a acogernos a nuestro derecho de objeción de conciencia y no entrar en el juego retrógrado de estos "legisladores" (arggg). Porque, entre otras cosas no podemos mentir a las personas, como tú bien has comentado.
    Has empezado el año fuerte, sigue así....

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí, estos gobernantes tienen una habilidad para generar mal rollo... Ya veremos en qué queda al final todo esto. Saludos y gracias por tus ánimos.

      Eliminar
  2. Puff que decir. Es que tienes toda la razón Pedro, yo también pensaba en ese momento de dar información y más que ayudar la vas a dar más motivos para que aborte. Si en algún momento llega alguna directriz desde arriba sobre como actuar deberíais hacerla pública, que se sepa como se manipula. Y digo esto porque, hasta donde yo sé, el profesional de Servicios Sociales no podrá acogerse como objetor de conciencia porque no lo recoge la Ley (como propone JM Cazarola), pudiendo ser sólo los médicos. De ser así, es otra muestra de lo que dices, que ven los Servicios Sociales como un punto de control social y del ninguneo al que se somete.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si al final se aprueba esta lamentable ley y se concreta así nuestra intervención ya veremos cómo le podemos hacer frente y qué podemos alegar para oponernos. Saludos, Israel.

      Eliminar
    2. No solo nos toca no mentir como tú bien dices Pedro. Estamos obligados a sacar de nuestro código deontológico los principios en los que hemos de basar nuestras intervenciones profesionales y sin olividarnos de ninguno detenernos en el de la AUTODETERMINACIÓN.
      Muy buena entrada. Felicidades.

      Eliminar
    3. Pues sí, Begoña. Autodeterminación que esta ley niega a las mujeres. Saludos.

      Eliminar

Gracias por comentar.