martes, 27 de noviembre de 2018

¿Visita el ratoncito Pérez a los usuarios de Servicios Sociales?

-¿A qué viene esa pregunta?- Le contesté a Wang cuando, de forma repentina, me planteó semejante cuestión. -Me lo preguntaba -me explicó mi compañero- al ver el nuevo servicio municipal de dentistas para usuarios de servicios sociales que se ha puesto en marcha en Barcelona.



Y me enseñó la noticia (aquí el enlace), donde se daba información de ese nuevo servicio.

Tras leer la noticia, y sin conocer en profundidad el proyecto, la verdad es que la creación del mismo me ha dejado un regusto más bien amargo.

En primer lugar, no veo qué pinta el sistema de servicios sociales en lo que es una prestación sanitaria. Más bien no termino de entender porqué una prestación sanitaria se ha de dirigir a usuarios de servicios sociales.

Personalmente no creo que el ratoncito Pérez se pregunte, a la hora de dejar una moneda o un caramelo por cada diente que recauda, si ese diente procede de un niño o niña cuyos padres sean usuarios de servicios sociales. Me parece que el ratoncito Pérez es más universal que todo eso. (Excepto en China, donde por cierto me dice Wang que no ha llegado).

Más allá de que un Ayuntamiento decida dedicar recursos a cubrir las carencias del sistema de salud, cuestión más o menos oportuna, legítima o discutible, la cuestión es ¿quienes son los usuarios de servicios sociales?. O más bien quién piensa el servicio (o la noticia) que són dichos usuarios.

Hasta lo que yo sé, los servicios sociales son universales. Esto es, van dirigidos a toda la población. Pero, llamadme iluso, creo que este servicio va dirigido sólo a una parte de ella: los pobres, excluidos, drogodependientes y personas sin hogar. Es decir, a los que en la práctica la mayoría de la población y nuestros políticos piensan que son los usuarios de los servicios sociales.

No me malinterpretéis. No estoy en contra (tampoco a favor, lo confieso) de que se cree este tipo de servicios. Pero no me parece oportuno mezclarlo con servicios sociales. Personalmente me retrotrae a aquellos Padrones de Beneficencia con los que los Ayuntamientos prestaban una precaria asistencia sanitaria y farmaceútica a las personas que no tenían acceso a la Seguridad Social. Ya hablé de ello en esta entrada del blog "Beneficencia", que os invito a recordar.

Alude la noticia, para legitimar el proyecto, que gran parte del gasto del servicio que se crea ya se realizaba por parte de los servicios sociales, imagino que refiriéndose a las prestaciones o ayudas de urgencia, emergencia o inclusión dedicadas al pago de estas necesidades odontológicas y que no son sino el claro reflejo del papel residual del sistema de servicios sociales, haciéndose cargo de las necesidades, competencia de otros sistemas, que éstos no quieren asumir. 

A mi juicio, este tipo de servicios son tan bienintencionados como estigmatizadores y responden a necesidades concretas en la misma medida que ahondan en las desigualdades territoriales. Además, como bien se explica en este artículo que os acompaño "La paradoja de la redistribución" son las prestaciones universales las más eficaces para la protección social.

Pero parece que nuestro Estado ha abandonado la idea de la universalidad en las prestaciones y servicios, diseñando de modo compulsivo prestaciones selectivas que, poco a poco, van socavando los cimientos de un verdadero Estado de Bienestar y aproximándolo cada vez más a un, nunca superado, Estado Benéfico-Asistencial.

En cuanto a Wang, siempre tan pragmático, me ha confesado que la próxima vez que se le caiga un diente lo pondrá en una bolsita por la noche junto con un certificado de que es usuario de servicios sociales, no vaya a ser que el ratoncito Pérez se ponga selectivo y no le traiga su caramelo.


9 comentarios:

  1. Y un apunte inquietante: se trata de un 'ayuntamiento del cambio'. Ahí lo dejo...

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    1. Entre los ayuntamientos del cambio y los gobiernos progresistas nos está quedando la acción social hecha un primor.

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    2. ¡Me vais a sacar el lado troll y se va a liar una!
      Ya en serio algunas precisiones en clave autocrítica y también en clave no estoy de acuerdo:
      1. Comparto la crítica de fondo de incoherencia de la medida y de falta de análisis de lo que comporta respecto a un nuevo modelo de servicios sociales. También respecto a la forma de diseñar servicios públicos más orientados a solucionar problemas endógenos organizativos que a una solución real a necesidades sociales. No os aburriré con la intrahistoria de este caso.
      2. No puedo aceptar el tiro por elevación hacia los ayuntamientos del cambio y los gobiernos progresistas. Han tomado y tomaran decisiones controvertidas pero el balance tendría que ser global.
      3. En relación con el Ayuntamiento de Barcelona seguramente hay muchas cosas a mejorar. Pero no se puede decir que el balance global sea muy positivo. Como soy parte yo me centro en la parte del haber y destaco: el de más inversión social del Estado en el último mandato; proyectos innovadores (muchos de ellos en la línea de separar garantía de ingresos de servicios sociales); proyectos innovadores en SAD; proyectos comunitarios reales y no de boquilla; etc.
      Todo ello con claros y oscuros, por supuesto. Pero no se puede decir que no colaboren en un nuevo modelo de servicios sociales.
      De todos modos mejor comprobarlo ;))))) Tenéis cervezas pagadas en Barcelona si un día estáis por aquí y queréis conocer alguna iniciativa.
      Un abrazo,

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    3. Quería decir: Pero no se puede decir que el balance global no sea muy positivo

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    4. Gracias por tu comentario, Miguel Angel. De sobras sé que la política es el arte de lo posible, y que en muchas ocasiones hay que desarrollar proyectos de este tipo, respondiendo a realidades y presiones de muchos sitios y dificilmente salvables. También sé que hay muchos técnicos y políticos comprometidos con un nuevo modelo de servicios sociales, que en la práctica tienen que asumir en ocasiones este tipo de contradicciones e incoherencias en las que estamos de acuerdo.
      Con respecto a los balances globales, me falta información para juzgarlos adecuadamente, coincido contigo en que el incremento de la inversión y algunos proyectos son positivos, pero están acompañados de demasiados claroscuros como para pensar que están suponiendo un avance cualitativo para el sistema de servicios sociales en la dirección que algunos vemos necesaria. Saludos y cervezas aceptadas.

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  2. De nuevo a tirar del coche escoba. Tienes razón con lo de la idea que tiene ciudadanía y políticos de los servicios sociales, para nada universales. No dudo en absoluto de lo bienintencionado de la medida, y la necesidad que hay detrás; pero claro está, con presupuesto de Sanidad. De nuevo la trampa de la dependencia local de nuestros servicios, al albur de ocurrencias o de medidas que diferencian más aún a los pobres de municipios vecinos.

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    1. "De buenas intenciones está empedrado el camino del infierno". Saludos y gracias por comentar, Pau.

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  3. Muy buena entrada Pedro , cada día mas didáctico. Tu propuesta me sugiere sacar un inventario de ocurrencitas "sociales" Ver todas en agrupaditas sera ilustrativo. Ya tienes unas cuánta recogidas en tu blog, recuerdo la recientes de pobreza menstrual . la pregunta es la de siempre ¿que nos pasa como sociedad ? Incapaces de superar el poderoso encanto del asistencialismo . Políticos de toda indole , prensa, profesionales.

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    1. Creo que el asistencialismo tiene ventajas insuperables para todos. Permite que muchos políticos y técnicos se sientan bien sin tener que complicarse la vida demasiado, se cronifican las situaciones de desigualdad y pobreza (lo que viene bien a muchos sectores económicos y sociales) al mismo tiempo que amortigua las demandas y hace de control social. El asistencialismo es el perfecto aliado del capitalismo, lo perpetúa y legitima. Se trata en el fondo de hacer algo para que todo siga igual. No veo el modo de luchar contra todo eso.
      Saludos y gracias por tu comentario.

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Gracias por comentar.