lunes, 16 de junio de 2014

Servicios Sociales en la niebla

Acabo de volver de las Jornadas Estatales de Servicios Sociales Municipales, que se acaban de celebrar en Barakaldo. Os cuento las impresiones que me he traído en la maleta.


Tras descansar un poco del viaje y con el sosiego que este reposo proporciona, voy ordenando mis ideas sobre las impresiones y sensaciones que estas Jornadas me han dejado. En cuanto llegué a casa Wang, que como sabéis no pudo ir a las Jornadas, comenzó a bombardearme con preguntas, intentado que le transmitiera alguna conclusión, algún resumen o alguna idea que le permitiera orientarse sobre la situación actual de estos Servicios Sociales Municipales.

Y la verdad es que lo primero que me salía transmitirle es que creo que estamos ante un momento histórico, muy díficil y que nos sitúa en una encrucijada que tiene unas salidas bastante complejas. Más allá de la crónica y de los contenidos concretos que se desarrollaron, os voy a argumentar el porqué de esta percepción. (Por cierto, para los que no pudísteis asistir, os recomiendo que leaís las crónicas de dos blogueros que estuvieron por allí: Nacho Santas y Juanma Gil, que hacen un buen resumen y crítica de lo sucedido. Y por supuesto si queréis ver el trabajo concreto podéis consultar la web oficial de las Jornadas).

Como os digo, la percepción es que estamos un tanto desorientados, perdidos y amenazados. Como dice el título de esta entrada, como si estuviésemos envueltos en la niebla. Los que hayáis tenido la desagradable sensación de que se os haya echado la niebla encima en alguna excursión, sabréis sin duda la sensación a la que me refiero.

La crisis, y en especial la política social del Gobierno, ha venido a obligarnos a reducir el sistema de servicios sociales a  una función meramente asistencial. Estamos empleando una cantidad ingente de recursos dentro del sistema, profesionales y materiales, para paliar los efectos de la crisis, en un mero intento de garantizar la subsistencia, de una manera ciertamente precaria, a los ciudadanos más golpeados por la situación.

Nuesto sistema de servicios sociales estaba preparado para trabajar con situaciones de pobreza coyunturales, con abordajes diseñados de una manera individual y familiar. Pero la crisis y la desidida del Gobierno ha convertido la pobreza en estructural. Y el contexto asistencial con el que estamos combatiéndola es absolutamente ineficaz. Ineficaz a nivel general, pues no se consigue reducir la pobreza e ineficaz a nivel particular, donde a duras penas conseguimos paliar un poco los efectos de la misma a ciudadanos concretos, manteniéndolos dentro de los mismos niveles de precariedad y lejos de poder conseguir que salgan de ella.

Sísifo, de Tiziano (1548)
Como a Sísifo, al que los dioses habían condenado a empujar sin cesar una roca hasta la cima de la montaña, desde donde la piedra volvería a caer por su propio peso, los Servicios Sociales Municipales estamos realizando un trabajo inútil y sin esperanza, desarrollando actuaciones coyunturales y descoordinadas a lo largo de todo el territorio español.  Cruel castigo para unos profesionales que todavía no sabemos muy bien qué pecado cometimos.

De sobras sabemos que el tipo de pobreza al que nos enfrentamos sólo se ataja con medidas generalizadas y estructurales.  Pero no parece que a corto plazo vayan a ser posibles, así que el panorama que nos espera es seguir languideciendo, mientras vamos perdiendo efectivos en las trincheras en las que libramos esa guerra imposible. Si tuviera que definir cómo he visto a nuestra profesión dentro de este Sistema de Servicios Sociales Municipales sería con una palabra: doloridos. Dolor por las situaciones que nos está tocando atender y dolor por esa tarea ingente y sin objetivo que tenemos que desarrollar en condiciones tan precarias.

Y con frecuencia el dolor se convierte en rabia. Desde ahí he entendido el gesto que tuvo lugar durante el debate político que hubo en las jornadas, donde a la representante del Partido Popular se le abucheó por parte de la sala e interrumpiendo el debate, se le reprocharon las políticas de su partido poniendo a sus pies las figuras negras que podrían representar los afectados por las mismas. Coincido con Nacho cuando plantea lo inadecuado del gesto. A mí también me lo pareció. Aunque lo entiendo, y veo la provocación en las políticas y la palabras de estos políticos, me parece una estrategia equivocada. Hay un momento para las palabras y el diálogo, y otro para las protestas y los gestos.

Por otro lado, dos temas han gozado de más protagonismo en las Jornadas: la Renta Básica Universal y la Ley Estatal de Servicios Sociales. Sobre lo primero hay cierto consenso, pero también bastante descoordinación y algo de desconcierto: no hemos definido un modelo claro, ni hemos definido todavía una estrategía para conseguirla. Con respecto a lo segundo se solapan otros debates sobre lo que han sido elementos identatarios del sistema, como el valor del municipalismo o la descentralización, lo cual nos lleva a plantearnos incluso ciertas reformas constitucionales.

En resumen, y como digo, son tiempos de incertidumbre. Cómo saldremos de esta espesa niebla que nos envuelve ni siquiera lo sabemos. Pero en estas Jornadas ha quedado claro que tenemos un largo camino para intentarlo. En cierta manera, somos consecuencia de esta sociedad actual, fragmentada y en transformación, donde todo hay que construirlo, reinventarlo de nuevo. Una tarea apasionante donde se va a poner en juego nuestra capacidad para resituarnos desde unos paradigmas distintos a los que estábamos acostumbrados. Cuando se retire la niebla y a la luz del sol veamos el camino, sabremos en lo que nos hemos convertido.



P.D. Mis felicitaciones al Consejo General por todo el trabajo realizado y, por supuesto, al Colegio Oficial de Trabajo Social de Bizkaia, que consiguieron que todos nos sintiéramos como en casa.

Aprovecho para mandar un cariñoso saludo a todos y todas las colegas que he tenido oportunidad de conocer y poner cara en estos días.


6 comentarios:

  1. Me ha llegado tu saludo!! Con las ganas me he quedado de estar con todos!!

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    1. Elena, a ver si en otra oportunidad coincidimos. Ánimo con vuestra lucha.

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    2. Gracias Pedro!
      Ayer fué un día intenso con José Manuel.

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  2. Bueno, supongo que el desánimo es lo mínimo que podemos sentir en esta bendita profesión que, como Sísifo, tiene el peso de las consecuencias de la crisis, sin tener muy claro hasta dónde y cuándo tendrá que subir esa piedra...
    Ahora más que nunca tenemos que sacar esa rabia de la que hablabas para que la gente vea y reconozca el sistema de Servicios Sociales igual que el sanitario o el educativo...

    Ánimo, y hasta la siguiente trinchera, avanzando hacia atrás (escucha Bajo dos Tricolores, de la Ronda de Boltaña... La victoria es caprichosa, pero bueno, no hay que reblar...)

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    1. De acuerdo David. Uno de los retos que tenemos es canalizar la rabia que toda esta situación nos está causando. De igual manera que puede ser útil, puede cegarnos. Y por supuesto, no reblaremos...

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  3. Me identifico con la sensación, estamos doloridos, a ver cómo lo reconducimos. Siento no haber estado en las jornadas, pero leer estas reflexiones me hacen añorarlo menos. Un abrazo Pedro.

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Gracias por comentar.