miércoles, 27 de febrero de 2013

Más acrobacias


En la anterior entrada os prometí hablar de la posición de los profesionales en nuestro Sistema de Servicios Sociales. Lo definía como una mezcla entre hacer acrobacias y juegos malabares. Muchas veces me he sentido así, porque nuestro papel como trabajadores sociales no ha sido nunca fácil. Por deformación profesional tiendo a ver las cosas en triángulos y nuestra posición como técnicos la he visto siempre formando parte de uno de ellos, en cuyos otros dos vértices estarían nuestros responsables políticos en uno de ellos y nuestros usuarios-clientes en el otro.


Las relaciones en este triángulo han sido siempre problemáticas, en función del contexto (otra deformación profesional) en el que se inscriben. Todos los contextos generan dificultades en estos triángulos relacionales, pero dado que como consecuencia de la crisis  el contexto que está tomando más protagonismo es el asistencial, voy a referirme especialmente a él. Dejo para otras entradas futuras el resto de contextos y el tema del deslizamiento entre ellos, fuente de no pocos patinazos profesionales.


El contexto asistencial es un contexto de difícil manejo al que por su poco prestigio tal vez, no le hemos dedicado toda la atención que debería. Voy a señalar tres puntos que a mí me parecen problemáticos y sobre los que creo que debemos reflexionar.

  • NIVEL TECNICO. En Servicios Sociales raramente encontramos un contexto asistencial puro. Frecuentemente las prestaciones asistenciales están mezcladas con otra serie de medidas (coercitivas o promotoras) que pretenden introducir cambios en los usuarios. En mi anterior entrada Money, money reflexiono sobre alguna de estas situaciones en relación a las Rentas de Inserción.

  • NIVEL USUARIOS. Lo resumiré en esta frase de nuestro paisano Baltasar Gracián "El no y el sí son breves de decir, pero requieren de mucho pensar". Y es que en muchas ocasiones nos dejamos atrapar y enredar en las trampas de la demanda (la urgencia, la delegación, la desresponsabilización, la dramatización...) y utilizamos estas prestaciones asistenciales sin la reflexión y valoración necesarias. Reflexión y valoración para la que se necesita un bien cada vez más escaso: el tiempo. Diversas dificultades en el trabajo con usuarios y diferentes triangulaciones son consecuencia de un escaso análisis de la demanda.

  • NIVEL POLITICO. Las presiones que provienen del nivel político. Cada vez con más frecuencia (a mí me ha ocurrido siempre, pero cada vez más) los políticos de turno se sienten legitimados para escuchar, valorar, diagnosticar y proponer el tipo de ayuda que necesita una persona o familia. Y trasladan el mandato al nivel técnico, de varias formas. Y en todas ellas se dificulta, cuando no se impide, el trabajo profesional. Muchas veces viene acompañado de un mensaje doblevincular: "actúa profesionalmente (con criterios técnicos, haciendo un buen uso de los escasos recursos..) pero con quien yo te lo diga (y como yo te diga)". Dificil resolución.

Los problemas en los tres niveles están interrelacionados y dan como consecuencia una multitud de variables y complicaciones en los procesos. Voy a intentar desarrollar algunas orientaciones para la solución de los mismos.


  • NIVEL TECNICO. A mi tradicional reivindicación de separar subsistencia de inclusión, voy a añadir la necesidad de contar en Servicios Sociales con prestaciones asistenciales ágiles, rápidas y con la menor burocracia posible. No estoy de acuerdo con lo de que a mayor burocracia mayor control. Debemos revisar la normativa, aclarar el sistema de prestaciones, simplificarla (y si ya la adaptamos a unos mínimos en todo el Estado...)

  • NIVEL USUARIOS. Formación. No puede ser que profesionales inexpertos o recién llegados al sistema se encarguen de este contexto sin la adecuada formación y supervision profesional. Se debe asímismo dotar al sistema de ratios razonables de atención por profesional. No es razonable obligar a los profesionales a atender 20, 30, 40 usuarios por día y pretender que se haga bien. 

  • NIVEL POLITICO.Si las soluciones en los otros dos niveles son complejas, ésta me parece la de peor pronóstico. Mucho se habla de la regeneración de la política, y ésta tiene mucho que ver con el cambio de actitudes de los políticos que gobiernan y gestionan la administración en general y los servicios sociales en particular.  Por mi parte, no me imagino a otros profesionales de la ayuda (por ejemplo médicos) recibiendo las injerencias y presiones políticas que recibimos los trabajadores sociales en nuestra tarea cotidiana. Erradicar el clientelismo y un mayor respeto a los criterios y lugares técnicos son imprescindibles.

Hasta la próxima entrada.



5 comentarios:

  1. Un trío dificil de hacer, y si no se consigue conectar, la cosa va a ir mal. Yo veo un valor muy importante en que a través de los profesionales hagamos un trabajo sociopolitico: apoyar al ciudadano a eso: a ejercer de ciudadano, y a que cada TS haga un verdadero papel técnico, envíe informes a sus jefes, participe en las estructuras asociativas y colegiales...: en definitiva, lo mismo: a ejercer de técnicos. Gracias por tu entrada.

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  2. Tienes razón, los tríos siempre son complicados. Por lo demás creo la participación en un nivel y el trabajo social comunitario en otro son retos para nuestra profesión. Gracias a tí por comentar.

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  3. Totalmente de acuerdo. Por otro lado (o el mismo), considero que el Trabajador Social debería tener la madurez y seguridad suficiente, tanto profesional como personal para decir NO a las presiones políticas. Una cosa es tener que atender en un despacho a quien ellos quieren (véase la prima del concejal de turno) y otra, valorar lo que exigen. El problema, el de siempre, miedo, miedo y miedo...a perder el empleo, al conflicto...etc. Por supuesto a la falta de compromiso, cuestión que no puede entender en un Trabajador Social.
    No me imagino yo tampoco a un médico, administrando morfina a diestro y siniestro por exigencia de un político.
    Me han quitado muchas cosas pero aún me quedan principios y esos, no me los pisan, faltaría más.
    Yo digo que NO, y ¿vosotros?.
    Felicidades por tus escritos, me encantan. Gracias

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  4. No soy anónimo, soy Maria Luisa de Burgos, con problemas , no se por qué para publicar esta entrada. Un saludo

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  5. Saludos también y gracias por tus comentarios.

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Gracias por comentar.