A vuela pluma, porque no quiero dejar pasar más tiempo, pero quiero comentar una tendencia que está difundiéndose últimamente en la política social: la creación de un "sistema de cuidados".
En un marco donde se ha dejado morir al Sistema de Servicios Sociales, enterrado bajo la única misión que se le asigna: atender la subsistencia de los pobres (siendo simplemente una parte más del engranaje benefico asistencial para ello), surge ahora un nuevo invento, que no viene sino a confundir y a dispersar más una política social cada vez menos protectora para los ciudadanos (es el signo de los tiempos, ya sabéis: "sálvese quien pueda").
Y surge con cierta fuerza. Las palabras son poderosas y la música suena bien. Hablar de cuidados mola. Tanto, que podemos crear un Sistema para ello, han pensado algunos. Lástima que aunque esa música suene bien, la orquesta desafine tanto.
Porque aquí nos inventamos los sistemas como quien siembra alcachofas. Algo saldrá.
Y es que seamos claros. Sistemas, lo que se dice sistemas, en la política social española sólo hay dos: el de Educación y el de Sanidad. Luego hay una cosa que se llama Pensiones, que algunos pensamos que debería convertirse en el Sistema de Garantía de Rentas (cuyas políticas están hoy dispersas en mil pedazos) y un engendro llamado Servicios Sociales dedicado a recoger los resíduos de toda la política social y permitiendo además que las políticas de Vivienda y de Empleo puedan seguir insuficiente y descoordinadamente desarrolladas.
Y dentro de esa política social delirante, surge ahora otra iniciativa. Construir un Sistema de Cuidados. ¿Quién puede decir que no? Pues yo, por ejemplo.
Porque los cuidados deben ser algo transversal a todas las áreas de la política social. ¿O acaso el Sistema de Sanidad no tiene que cuidar? O yo me he despistado, o tiene hasta profesiones especializadas en ello. Y el sistema de Educación... ¿no tiene entre sus cometidos cuidar a los menores y adolescentes a su cargo?
Y el Sistema de Servicios Sociales y dentro de él, (o fuera, o alrededor... que yo ya no me entero) el Sistema de Atención a la Dependencia, ¿acaso no cuidan?
Creo que, como en el caso de la dependencia, vuelva con esto de los cuidados a crearse un sistema que, a mucho no tardar, se convertirá en el nuevo juguete roto de quienes pretenden hacer una innovadora política social olvidando antes arreglar los profundos déficits estructurales de los Sistemas Públicos de Protección social existentes.
Así que Wang y yo, fieles a nuestros compromisos, nos atrevemos a darles un consejo, una recomendación y un ruego a quienes hablan hoy de Sistema de Cuidados:
El consejo: mejor hablen de Plan de Cuidados, y aprovechen para definir qué papel en ese plan tendría cada uno de esos Sistemas Públicos.
La recomendación: definan antes el conjunto de esos Sistemas Públicos y dótenlos adecuadamente en función del objeto de los mismos, aclarando la confusión e indeterminación actuales.
El ruego: tengan mucho cuidado con el cuidado. No vaya a ser que, de tanto cuidar, hagan sufrir.
Gracias por tu lucidez Pedro, creo que tratan empaquetar un nuevo negocio.
ResponderEliminarSí, algo de eso hay también.
EliminarCuando leo vuestras reflexiones (Wang y tú) suelo tener una sensación de desasosiego. En este caso, admitiendo lo razonable de tu propuesta, emerge un sentido optimista. Admito lo que es, la realidad e incluyo el "debería ser", desde los ideales. Me comprometo con ese planteamiento. Soy un soñador, pegado a la realidad. Plan de cuidados, ruta asistencial, ... me lo creo como instrumento de nuestro trabajo, desde luego no como sistema. Gracias compañero por compartirlo y me quedo con el vacio de la respuesta a ¿cuál es nuestro objeto?
ResponderEliminarGracias a tí, compañero, por comentar.Intento perturbar con mis escritos, en el sentido de estimular el debate y la reflexión. En cuanto al desasosiego, el que a mí me causan iniciativas como la que describo que, aunque pudieran ser bienintencionadas (?), no hacen sino destrozar más la protección social en nuestro país. En cuanto al vacío a que haces referencia, yo creo que es al revés: sómos el sistema, con diferencia, que más objetos tiene y más se nos atribuye, en muchas ocasiones de forma contradictoria. Pero eso es otro debate. Saludos.
EliminarEstupenda reflexión Pedro con la que estoy totalmente de acuerdo. Yo debo ser también una soñadora y aplaudo tu "Plan de cuidados" transversal a los diferentes Sistemas Públicos de Protección Social y con tu recomendación Final. Un abrazo,
ResponderEliminarGracias Berta, lo has resumido perfectamente. En cuanto a los sueños, como decía aquel, sueños son... Un abrazo.
Eliminar¡¡Magnifica entrada Pedro!! Enhorabuena por abordar este tema que lleva poniéndome negra desde hace tiempo, asi como la "teoria del cuidado" que me hizo saltar un día que una colega la mencionó. Lo has bordado. Tienes que exportarlo. Te lo digo siempre.
ResponderEliminarGracias también. Yo también me estoy poniendo nervioso con la velocidad que está tomando esta nueva ocurrencia. Un abrazo.
EliminarUna vez mas Pedro, te leo desnudando al emperador. Gracias por alertar del abuso de neologismos y el riesgo de lo que pueden encerrar. Me recuerda a otros como el "activacion", cuyo componente ideologico es evidente, ante lo cual las profesionales al menos, deberíamos reflexionar antes de adpotarlo alegremente
ResponderEliminarGracias Lucía. Como digo en la entrada las palabras con poderosas, construyen el mundo y no son nada inocentes ni neutras. Por eso hay que alertar de lo que se quiere decir con estos inventos y con otros, como el que tú muy bien señalas de la "activación". Saludos.
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